Si, hasta ahorita conseguí un teléfono de monedas... Sí, te extraño... Mucho... Claro que me gustaría hacértelo... La verdad y acá entre nos me encantaría que mis amigos te tuvieran para que vean lo que es una hembra, para que conozcan la poesía encarnada... ¿Y qué más...? Y mis enemigos también, ¿por qué no? Para que se mueran de envidia, para que conozcan mi dicha. Es más, debería ser una experiencia obligatoria estar entre tus piernas, para que sientan una verdadera entrega total, el vértigo agonizante de una experiencia animal que los haga llegar al infinito, que se llenen de color, de ese rubor que hace palicecer el nombre carmín, de la piel morena que se apodera de mi alma haciéndola estallar a tu creciente ritmo. Por mí te tomaría videos, fotos, que todos sepan que el paraiso existe. Debería ser una asignatura obligatoria para graduarse en sexo, para decir que se ha amado en esta vida. Quisiera hablar en público de tu botón agigantado, de tu vagina, tu selva y tu olor a flora, de tu gemidos, de todo lo que hacemos en privado. Pero no te preocupes, ante todo soy un caballero. Bueno, chiquita, se me acaban las monedas... sí, yo también...mucho...