viernes, abril 23, 2021

Acerca de Los tacones de Doralicia, de Alberto Allende - Alejandra Hernández

Desamparo, impotencia, frustración, desaliento, vulnerabilidad y otros tantos sentimientos que emanan al saber o estar inmersos en situaciones que nos vulneran, que nos exhiben, que nos profanan. Durante la lectura de este libro me encontré a mí misma pensando en todos aquellos relatos que he escuchado cargados de todos esos sentimientos, en donde además se pueden sentir ese enojo y tristeza de las personas que llegan con una petición de escucha.

Allende realiza una descripción tan detallada que eriza la piel, agudiza los sentidos y estremece el alma. Lograr esto con el uso de la palara solo lo puede lograr un gran escritor que no solo plasma letras, si no que des/escribe sensaciones, tal vez por experiencia, por escucha de terceros o por una gran sensibilidad al mundo. El autor redacta de manera “somera” acontecimientos de la vida diaria, situaciones que nos es común ignorar y pocas veces escuchar, pero, cuando ese relato toca una fibra de nuestro ser es cuando volteamos a escuchar y observar aquello que se dice y lo introyectamos como si fuera nuestro, esto debido a que tal vez, en algún momento de nuestras vidas, pasamos por algo similar, es ahí donde dotamos de algo de sentido eso que nos describen las personas. 

Alberto Allende nos revive con su escrito, crudo y sin rodeos ante la fragilidad de la vida, los deseos e impulsos sexuales que no ven a la persona que tenemos enfrente, a los relatos sin pudor y descarados, a las arbitrariedades de las “autoridades” y todo aquello que pasa día con día “desapercibido” o, más bien, ignorado.

Estas letras no hacen honor a lo descrito por el autor, sin embargo, extiendo mi invitación a leerlo, reflexionarlo y vivirlo, ya que al atravesar sus letras me resonaba ese viejo proverbio que dice quién no conoce su historia está condenando a repetirla. Yo agregaría además que quien no quiera conocer ni su historia, poco interés y sensibilidad tendrá por la de los otros.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario