jueves, septiembre 20, 2018

Dos microcuentos de Una Pérez Ruiz (1970-2018)

Tolerancia
También para Balam

¿Por qué no me dejas ser? Ya no me regañes. Sé que soy un desastre, que no te digo lo que quieres oír y, en cambio, las frases torpes son un torrente de pulpos que serpentean, resbalan de mi boca. Que te beso sin gracia, que tu mamá me odia, que no sé bailar ni qué darte de regalo. ¡Pero yo te acepto como soy!

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De oficio

Una mañana, un auténtico aburrido se sienta, inmóvil, callado, a esperar que se lo lleve el atardecer, que la oscuridad lo disuelva. Pero ya que el sol cae y sigue metido en su cuerpo, acaba por aceptar que se salvó para siempre del hastío: ahora es un feliz suicida.

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