jueves, enero 14, 2016

Renuncias verbales - Andrés Neuman

Tomado de la entrevista de Herson Barona a Andrés Neuman en Tierra Adentro

«Mi idea de la literatura es lo contrario del especialista, que hace una cosa y la hace cada vez mejor. Me parece que no saber cómo se escribe es un objetivo de la escritura, y esa especie de tránsito permanente por el primer libro, esa sensación de que todos los libros son el primero: se está más cerca de ella cuando se cambia de género. Pero también me interesa, tanto como la alternancia, la posibilidad de que un texto transite en la frontera entre distintos géneros. Me interesan las propiedades narrativas de la poesía, la posibilidad lírica de la narrativa, que un ensayo pueda contar una historia, que una novela pueda tener una fuerte dosis de ideas.

»La síntesis y la elipsis siempre me han parecido el colmo del misterio. Lo que no siempre me ha fascinado.

»Creo, como decía Wallace Stevens, que no casualmente era poeta y aforista, y poeta aforístico, y aforista poético […] que en un escritor la experiencia es más ancha que la realidad. Es decir, nuestra experiencia se nutre también de lo que llamamos “no real”: lo temido, lo soñado, lo imaginado. Del mismo modo que me interesa narrar lo que no, me interesa mucho decir lo que no se dice. Y me parece que los géneros más elípticos, que trabajan más con el silencio, son precisamente los breves. Siempre me pareció una tentación el equilibrio misterioso entre lo que se dice y lo que se deja de decir.

»Sí, el microrrelato y el poema están hechos de renuncias verbales y también de sugerencias. Digamos que una forma breve es una primera voz, más o menos lejana, que se queda repercutiendo, reverberando en la cabeza de un lector. Pero sería un eco más interesante que los ecos normales, porque es un eco que en lugar de repetir la voz original, la va reescribiendo».

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