lunes, septiembre 26, 2011

Política y vida privada

¿Privada de qué? ¿Por qué?

Hace unos días recibí un mail de un blog en el que se hace lo que podría parecer "crítica" política, con nombres y datos de políticos y sus relaciones amistosas, familiares y hasta amorosas, y cómo benefician a sus supuestos enamorados, y amigos y familiares. La nota, aunque evidentemente escrita con muy mala leche, da cuenta de rumores que quienes están medianamente enterados de la política local podrían o no corroborar, o que son parte de los chismes palaciegos.

¿Hasta dónde es lícito meterse en la vida privada de los personajes públicos? Hace poco alguien escribió en su columna de un medio electrónico que es necesario que los homosexuales que andan en la política informen sobre su preferencia sexual para "poder creerles", ya que seguir en el closet es "mentirle a la ciudadanía".

En espera de lo que opinen ustedes, creo que no es necesario, que cada quien sabe sus relaciones de alcoba mientras no se dañe a terceros, como en el caso de los pederastas encubiertos por el gobierno o la Iglesia. También es necesario saber si hay "algo más" cuando el sexo propicia favores y negociaciones al margen de la ley: no me interesa si un funcionario tiene sus "queveres" con alguien, me interesa cuando con dinero público le da trabajo o "apoyos", sin tomar en cuenta su experiencia o capacidad; cuando su pareja comete algún ilícito y por la misma relación no es castigado; cuando hay nepotismo hacia la familia de un integrante de ese "amor", sea del signo que sea.

Fuera de eso, no me interesa.

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