viernes, marzo 25, 2011

Sombras nada más



"Según Plinio la pintura nació de un deseo: en su intento por preservar la imagen del amado que partía, una muchacha de Corinto se aplicó a delinear en la pared, a la luz de una vela, su sombra fugitiva. Creo que ese intento permea en casi todas las creaciones artísticas, Asir lo inasible, sujetar los cabellos de la poesía en un texto de Paz. En mi caso, las sombras han devenido en una poética particular que, sin proponérmelo, han ido emergiendo y revelándose en esa piel interior, alquímica, donde la realidad o la fantasía dejan su impronta, a veces morosa, otras urgente".

Ana Clavel, A la sombra de los deseos en flor,
ensayos sobre la fuerza metamórfica del deseo
(UACM, México, 2008)

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