martes, agosto 03, 2010

sueños




Hay obras (películas, libros, obras de teatro, canciones...) que me hacen querer dormirme, pero hay otras que pueden hacerme soñar, y son las menos. Inception ("El origen"), de Christopher Nolan, es una obra maestra, con la que cualquier espectador más o menos sensible sale de la sala de cine mirando dudoso cada detalle, con la idea de que puede estar en otro nivel de conciencia. Y es que como dijo Shakespeare, "somos del mismo material del que se tejen los sueños".

Es común (cada vez más) que se nos suba el muerto, o que los miembros se estiren en la cama sin poderlo evitar (dicen que es que el cuerpo siente que está muriendo). El sueño es un camino a la iluminación poco explorado, pero se sabe que no soñar puede causar locura o hasta la muerte. Están los sueños adivinatorios, como los del cuento de Phillip K. Dick, y mucho antes el sueño de Gilamesh o los del bíblico José. Y están los relatos de Borges o Cortazar, el sueño de Sartre en La nausea...

El tema de los sueños como motivo o resolución del conflicto en una historia puede ser muy decepcionante. Cuántas películas no hemos visto donde después de trenzar al máximo los hilos narrativos y hacer un nudo descomunal, ¡pum!, resulta que el protagonista estaba soñando. De las que se salvan y proponen otra lectura del tiempo, la realidad o la conciencia, en mi lista de favoritas están entre otras Total Recall, Dark City, Los amantes del círculo polar, Abre los ojos, The Matrix (la primera, but of course), The Thirteenth Floor, Being John Malkovich y, del mismo director de Inception, Memento.

Un sueño donde caben los sueños de los demás, la exploración de la psique en buen juego con las imágenes alucinantes y la acción. Soñamos y es allí donde muchas veces surgen las ideas, aunque también tiene su correspondiente y razonable parecido con la muerte: es una desconección de la "realidad". "Entre el sueño y la muerte no hay diferencias radicales, ni el uno ni la otra ponen en peligro la existencia", escribió Schopenhauer. En el sueño casi siempre creemos que todo es real: una vez supe que estaba soñando y decidí volar y en ese momento fue real. ¿Y qué es la realidad? De lo más sencillo a las teorías más descabelladas, de lo existente a lo que es, a lo soñado, "que toda la vida es sueño y los sueños, sueños son".

No sé si sueño ahora mismo, no importa. Vayan a ver la película y sueñen.


4 comentarios:

  1. Los sueños son peligrosos yo recuerdo algunos muy vividos y uno que me ha ayudado mucho, en ese me decían que había 120 cosas perfectas como 120 maneras perfectas de comer sushi, o de besar, o de barrer y si encontrabas las 120 cosas perfectas de algo serías feliz.

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  2. Los sueños son peligrosos yo recuerdo algunos muy vividos y uno que me ha ayudado mucho, en ese me decían que había 120 cosas perfectas como 120 maneras perfectas de comer sushi, o de besar, o de barrer y si encontrabas las 120 cosas perfectas de algo serías feliz.

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  3. no si por poético o por novelesco, pero me gusta mucho la idea de encontrar una cifra mágica en los sueños.
    ¿en qué pueden ser peligrosos?

    un abrazo,

    A

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  4. Puede ser peligroso en que una vez que encuentres la cifra perfecta, dejes de buscar.

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