Esta es la canción en la que se basa el título de El guardián entre el centeno, la novela de Jerome David Salinger. Sin embargo, y como bien dice el joven escritor José Agustín, The catcher in the rye es un título intraducible, ya que implica el juego de esta canción (“When a body meets a body comin’ thru the rye": Cuando un cuerpo encuentra un cuerpo que viene por el centeno) de Robert Burns, el deseo del protagonista Holden Caulfield de lo que le gustaría ser de grande si de verdad pudiera elegir y lo que anota José Agustín en su texto publicado este sábado en el suplemento Laberinto de Milenio:
"Holden sería un catcher in the rye, variación, a fin de cuentas, de un don Quijote que salva niños en vez de rescatar doncellas, damsels in distress; un protector de la inocencia y la pureza, del paraíso terrenal, como su contemporáneo Charlie Schultz, el monero de Peanuts. Por eso Holden se ofende tanto cuando ve el grafiti fuck en las paredes de una escuela primaria. Pero `in the rye` también son los sándwiches con pan de centeno, así es que este atrapador está listo para ser comido".
El gran libro de Salinger, decididamente me encantó en su día, no conozco la canción que mencionas, y la leí pero mi calidad en idiomas que no sean español es nula. En todo caso cuando un cuerpo encuentra un cuerpo que viene por el centeno, en su sentido protector, para mí es el ideal de la novela y me gustó así... paso de doncellas, jajajja. Un abrazo.
A fin de cuentas y nada menos, rescatar niños me parece una acción más loable que rescatar princesas.
ResponderBorrarSaludos.
El gran libro de Salinger, decididamente me encantó en su día, no conozco la canción que mencionas, y la leí pero mi calidad en idiomas que no sean español es nula. En todo caso cuando un cuerpo encuentra un cuerpo que viene por el centeno, en su sentido protector, para mí es el ideal de la novela y me gustó así... paso de doncellas, jajajja.
ResponderBorrarUn abrazo.