Por algo la cinta empieza con la frase "Érase una vez en la Francia ocupada por los nazis...", ese es el tono. Quien busque en el cine la verdad histórica mejor que se quede en casa, o que busque en la wikipedia. Inglourious basterds (Quentin Tarantino, USA, 2009) es verosimil y emociona. Es un desquite, una novela con niveles dramáticos y cómicos. Es cine. El mejor Tarantino reaparece.No se trata de uniformes o nacionalidades, son los idiomas y las motivaciones. Se trata de las estrategias del director y de los protagonistas, en la Francia ocupada por los nazis. No hay dos bandos, hay planes, venganzas, sueños. Todos intentan que las leyendas que han creado sean creibles, que sean la forma de realizarse: Landa, Goebbels, Susana, Raine (fallida pero cómica), ¡Hugo Stiglitz!, Hitler, Zoller, etcétera.
El toque gore exacto (cuchillo y bat bien usados), la historia que nos (me) hubiera gustado. Color, música. Unidad de y entre capítulos. Todo en su punto. Las referencias intertextuales son las necesarias.
Los invito a leer lo que sobre esta película se publica en las páginas del diario de Satán y a que vayan, si les gusta la buena ficción, pero sólo si soportan una dosis de irrealidad y de sangre.
Me encantó, y yo la vi sin subtítulos así que no entendí todo. Pero – ¡buenísima!
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