lunes, junio 08, 2009

Mentiras: ¿por qué no me crees?

Hay profesiones donde mentir es la esencia, una necesidad para cumplir con las obligaciones. Sean fotos photoshopeadas o bondades de los candidatos, o el alegato de locura temporal para un asesino o violador. El escritor, según algunas definiciones, es un mentiroso con licencia, un fingidor que finge completamente y hasta los amorosos callan que se han robado un poema para la pareja porque cuando callan están más presentes. Todo es según el color del cristal con que se mira. Pero es para tener un equilibrio en el universo. Y es que según información de Notimex retomada este lunes por varios medios, "Mentir hace trabajar más al cerebro".

Miénteme más, que me hace tu maldad, feliz...

"Estudios realizados por científicos de las universidades de Pennsylvania y de Temple, en Estados Unidos, revelaron que cuando una persona miente, el cerebro se activa en el lóbulo frontal, temporal y límbico. El estudio del fenómeno de la mentira ha arrojado diversas teorías psicobiológicas, desde las cuales se intenta comprender el engaño como parte del instinto de supervivencia de la especie humana, en la conquista amorosa y a veces por la mala memoria".

Pero ella prefería escuchar mentiras piadosas...

"La Escuela de Medicina de la Universidad de Pennsylvania, tras realizar un estudio de resonancia magnética a cierto número de individuos, descubrió zonas del cerebro que se iluminan cuando las personas mienten. Según ellos, cuando alguien miente, su cerebro lo inhibe de decir la verdad y eso hace que el lóbulo frontal esté más activo, de tal forma que la persona tiene que pensar más".

Qué estúpida que siempre te creí...

"De acuerdo con una nota publicada en el más reciente número de la revista Quo, mentir requiere un incremento de la actividad cerebral en las regiones involucradas en la inhibición y el control. Pero la mentira no sólo corresponde a la especie humana, según el filósofo español Miguel Catalán, los animales también llegan a ser hábiles para engañar. En su libro Antropología de la mentira, explica que a los chimpancés se les denomina los "maestros del fingimiento", ya que son capaces de ocultar objetos, despistar a sus cuidadores y a otros de su especie por cuestiones de supervivencia o de competencia sexual y, lo mejor, por el simple hecho de pasar el rato".

Se te olvida, que me quieres a pesar de lo que dices...

"Contrario a lo que se pudiera pensar, explica la publicación, las persona mienten más cuando conversan entre sí, que cuando se comunican por otro medio, ya sea correo electrónico o vía telefónica. Los profesionales que se han dedicado al estudio de la mentira, señalan que existen reacciones fisiológicas que se pueden medir con el polígrafo o diagnóstico por imágenes y también códigos y denominadores comunes del lenguaje corporal, verbal y de tono de voz. En cuanto a las reacciones fisiológicas, los especialistas aseguran que al mentir aumenta la presión arterial, la frecuencia cardiaca, respiratoria y hay cambios en la actividad eléctrica de la piel asociados a la sudoración".

Es mentira que escribo las canciones de amor pensando en ti...

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