viernes, abril 17, 2009

De Carmen Boullosa

(Entrevista en Milenio)

¿Cuál sería el estado ideal de ese colectivo [el ¿gremio? literario]?

No existe ideal; así es y punto. Estamos hechos para comernos los unos a los otros; estamos hechos para despreciarnos y amarnos y no hay de otra. Somos una especie de virus…, así nos comportamos porque así es la literatura misma: algo terrible. No es que piense que hay que dedicarse a otra cosa, pero esto no le quita el lado siniestro que tiene, su juego y coqueteo con la realidad. La necesaria complacencia con la realidad para alcanzar a armar una historia. Las personas, al convertirse en lectoras de literatura, pueden comenzar a ser críticas de la realidad. La conciencia y la crítica acerca de la realidad conlleva muchas responsabilidades y un lado de sombra que se cierne sobre la vida. ¿El gremio podría ser mejor? No. Podría ser peor.

¿Más todavía?

A veces tiene tintes muy desagradables, como sus nexos con el Estado, en el caso de nuestro país. La existencia de poetas corruptos, novelistas que piensan en su cartera con una mayor facilidad que si el dinero viniera de mecenas. El Estado ha necesitado de este nexo. Habrá que ver si ahora el narcotráfico decide emprender un mecenazgo literario. Algo que no me extrañaría. Es más: lo deseo. ¡Qué horror!; pero si tienen tanta plata que den plata para hacer libros, y no sólo compren arte. Contribuir a que las personas se conviertan en enemigas del mismo narcotráfico y de la sociedad pasiva.

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