viernes, mayo 23, 2008

Del blog de Xavier Velasco

"Sarah y Megan solían ser amigas. Nacidas ambas en 1993, compañeras de escuela en O'Fallon, Missouri, vivían con sus familias a cuatro puertas de distancia. Cierta vez, al final del verano de 2006, la amistad se apagó, merced a uno de esos pleitos fáciles que de un día para otro inauguran pequeñas enemistades entre niñas que pugnan por ser adultas. […] Sarah Drew contó su personal versión de los hechos a su madre, Lori, […] más que darle consejo u opinión, la madre decidió entrar en la pelea.

"[…] Lori Drew conocía bien a Megan Meier. […] Era una niña frágil y ella una mujer dura; […] no tardó en abrir una cuenta en MySpace, a nombre de un galán inexistente: Josh Evans, 16 años, apuesto, cariñoso, diestro en guitarra eléctrica y batería, sin teléfono. Poco tiempo después, Meg recibía una solicitud. Un tal Josh Evans deseaba ser su amigo.

Durante seis semanas, Megan vivió feliz. La relación virtual, convertida en pequeño noviazgo tras todos los halagos recibidos, había hecho milagros por su autoestima. En tanto, Lori Drew estimulaba a su hija a seguir adelante, y hasta solicitó la ayuda de otra cómplice: Ashlee Grills, 18 años, […] ¿Cómo iba a imaginar la enamorada Meg que al otro lado de los cables se hallaban tres mujeres inventándolo todo y acaso divirtiéndose a su costa? Quien recuerde cómo era el amor a los trece años -una pasión tan fresca como tiránica de la que no se escapa ni durante el sueño- sabrá cuán alto ya flotaba Megan en el momento del desengaño.

"Lori Drew no se había conformado con hablarle de amor a Meg. Decidida a humillarla a golpes de vergüenza, la llevó a referirse a temas sexuales y explayarse al respecto, […] Intempestivamente, cuando Megan ya hablaba de invitar al tal Josh a su próxima fiesta de cumpleaños, apareció en su blog un mensaje agresivo. Josh la invitaba a terminar la relación, pues había escuchado que Meg "no era buena persona con sus amigos". […] el falso pretendiente procedió a desvelar sus conversaciones privadas entre sus conocidos. Se trataba de avergonzarla delante de todos, que en la escuela y el barrio se burlaran de ella. Llamarla "puta" y "gorda" públicamente. Destruirla a sus trece años, arruinar su cumpleaños número catorce.

"Ya todos en O'Fallon saben cómo eres. Eres perversa y todos te odian. Ojalá que te espere una vida de mierda. El mundo sería un mejor lugar sin ti." Tal fue el texto del último mensaje firmado por Josh Evans. […] Anochecía en O'Fallon, Missouri, cuando los padres de Megan Meier subieron a su cuarto y la encontraron moribunda en el closet, colgando de un cinturón atado al cuello. Al día siguiente fue declarada muerta.

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