viernes, marzo 21, 2008

Colgado


¡Ay, san Judas Iscariote, patrono sin templo de un pueblo que festeja la muerte con la llaga del silencio! Llegó el día en que estarás colgado igual que tu venta, en una rama que no cargaste. Chivo expiatorio, traidor, verdugo, curioso, pecador... de todo te han dicho, como si fueras el único.

Dante te puso en una de las tres bocas pero no se preocupó por dejar que te oyéramos. El diálogo era hacia adentro, soliloquio, sin sitio para el coro. Y qué quieres, es irónico, hoy otros gozan sin miedo las treinta monedas de las que te arrepentiste y hasta avientan la primera piedra en lugares donde la piedra en la que se apoyan es la traición.

Ruega por ellos.

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