martes, diciembre 25, 2007

Sin remitente

Sin remitente, sin número identificable, apareció el mensaje en el celular:

"Cada noche en mis sueños te veo y te siento. A pesar de la distancia, del tiempo entre nosotros".

Hace tiempo que no me pasaba, que alguien que no es mi luz soñara conmigo, o al menos no que me lo dijera. Yo sueño demasiado, hasta despierto. No sé quién será, pero se agradece.

Como hoy, regar el pasto me hizo sentir tranquilo, sin presiones, recordar cuando con mi abuelo cortaba el cesped, formaba figuras con el agua de manguera como si fuera lluvia. Me sentí bien.

Este año reencontré amistades, afiancé otras, supe de la doble moral de algún imbécil, perdí amigos, conocí autores, lectores y libros, viajé y hubo más ganancias que pérdidas. Como cada año, hubo muertes y nacimientos, recuerdos, planes, historias, demasiadas historias.

Valió la pena.

A pesar de los mensajes de y a número equivocado.

Imaginemos. ¡Salud!

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