jueves, febrero 15, 2007

De las perversiones

“Roland Barthes ha demostrado que en la perversión, es decir, en la desviación de la norma… no hay zonas erógenas. Es la intermitencia la que suscita la emocion erótica y la emoción poética: la piel que centellea entre el pantalón y el suéter, la blusa entreabierta, el guante y la manga; el agua musical que invade el lenguaje, lo altera, lo desplaza. Lo que sucede es la puesta en escena de una aparición-desaparición. El reverso de la pornografía”.

Eduardo Hurtado, "Erótica y poética", Amor y Erotismo en la Literatura, Consejo Para la Cultura de Nuevo León, p. 132.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario