viernes, noviembre 03, 2006

Ledo Ivo en SLP


(Uno de los poemas que nos compartió el brasileño Ivo el viernes 27 de octubre de 2006, a las 12 hrs., en la sala Miguel Caldera de El Colegio de San Luis. Foto: Fernando López)

Los murciélagos se esconden tras las cornisas
del almacén. ¿Pero dónde se esconden los
        hombres,
que vuelan la vida entera en la oscuridad,
chocando contra las paredes blancas del amor?
La casa de nuestro padre estaba llena de
        murciélagos
colgados, como luminarias, de las viejas vigas
que apuntalaban el tejado amenazado por las
         lluvias.
"Estos hijos nos chupan la sangre", suspiraba
mi padre.
¿Qué hombre tirará la primera piedra a ese
         mamífero
que, como él, se nutre de la sangre de los
         otros animales
(¡hermano mío! ¡hermano mío!) y,
         comunitario, exige
el sudor de su semejante aun en la oscuridad?
En el halo de un seno joven como la noche
se esconde el hombre; en el algodón de su
          almohada, en la luz del farol
el hombre guarda las doradas monedas de su
          amor.
Pero el murciélago, durmiendo como un
         péndulo, sólo guarda el día ofendido.
Al morir, nuestro padre nos dejó (a mis
          ocho hermanos y a mí)
su casa donde de noche llovía por las tejas
          rotas.
Pagamos la hipoteca y conservamos los
         murciélagos.
Y entre nuestras paredes se debaten: ciegos
         como nosotros.

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