viernes, septiembre 29, 2006
De Luis Cortes Bargallo
El sufrimiento constante es la verdadera cosa humana, por grande que parezca:
estar en todos lados y en ninguno; querer lo que no se tiene, tener lo que no se quiere;
hacer hasta lo imposible por mantenerse así.
Raro privilegio, cómo brillan, crecen, se deshacen las cosas,
lo que inventamos de las cosas,
cuando pensamos en la propia muerte,
en la muerte de todo lo que amamos.
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