sábado, enero 24, 2009

crimentales, criptoamnesia (1)


La sentencia contra Bryce Echenique, por haber robado reflexiones de otros, dio paso a la pregunta de sobremesa: ¿hay ideas únicas? Un sicólogo y un escritor exploran las razones que mueven a los hurtadores de argumentos

Yanet Aguilar Sosa
El Universal, martes 20 de enero de 2009

"Aunque para muchos el hurto de ideas, textos literarios o artículos periodísticos parecen un delito menor, e incluso hay quien se excusa con el argumento de que no es plagio sino intertextualidad, [Lucio] Cárdenas Rodríguez asevera que mucha gente piensa “¿qué tiene de malo?, le pongo mis datos, le cambio la ciudad y pues ya es mío”, sin darse cuenta que es un problema de propiedad intelectual y creatividad. “Me estoy robando algo que realmente no podía ser tipificado como robo porque no lo identifican con propiedades físicas, ‘no me robo ni siquiera el libro, simplemente lo veo, lo leo y tomo notas’”.

"[Juan] Villoro señala que no descarta el caso de un plagiario sicótico, alguien con disociación de personalidad y que realmente no sepa lo que está haciendo, situado en una zona delirante. “Cuando participaba en talleres de cuento, Miguel Donoso Pareja que era el coordinador, hablaba de la criptoamnesia, el olvido involuntario de cosas que hemos leído y de pronto asumimos como propias, en ese caso se trataría de un plagio inconsciente y en el fondo está la posibilidad de hacerse daño”.

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