"De cualquir modo, no me importa si lo que escribo es un cuento -clasificado como un cuento- o qué. Es una obra de ficción. Eso es lo que es".
"Trabajo lento; siempre es difícil, o casi siempre es difícil. He estado escribiendo desde que tenía veinte años, y ahora tengo ochenta y uno. Mi rutina ahora es levantarme a la mañana, tomar café y empezar a escribir. Y después, un poco más tarde, quizás me tome un recreo y coma algo y después siga escribiendo. La escritura en serio es la que hago a la mañana. No creo que pueda usar mucho tiempo al principio; deben ser alrededor de tres horas. Sí reescribo mucho, reescribo y después pienso que ya está todo listo, y lo mando. Y después me dan ganas de reescribirlo un poco más. A veces me parece que un par de palabras son tan importantes que les pido me devuelvan el libro para poder ponerlas".
* * * * *
"¿Una patinadora profesional es feliz cuando está patinando? Es un trabajo duro, pero es lo que sabe hacer. Sé que soy feliz cuando me viene una idea y puedo ponerme a trabajar de manera estructurada, y sé también que no soy muy buena tomando vacaciones o haciendo fiaca. Entonces, en mi tiempo libre lo que hago es ir manejando por el campo con mi marido, que es geólogo y geógrafo, identificando cosas del paisaje. Ésa es una ocupación concreta, muy buena para mí, y además mis libros tienen mucho sobre el campo y los paisajes, así que siento esos paseos como parte de una investigación previa a la escritura. Saber que esas excursiones después me van a servir para mi literatura hace que me relaje y las disfrute como algo que un poco cuenta como trabajo, que así está justificado".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario