viernes, marzo 01, 2019
Van Gogh, a las puertas de la eternidad
Casi nunca me acuerdo de su nombre. Necesito bucear un rato en mi océano mental para hallar nombre y apellido de este actor al que regularmente me refiero como El Duende Verde. Por fin vi esta película, maravillosa, y Willem Dafoe merecía el Óscar, mínimo. Lo merece desde hace mucho.
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