jueves, junio 15, 2017

Lo incomprensible - Marcel Schwob

"Si pueden imaginar un Dios que no sea su persona y una palabra bien diferente de la suya, conciban que Dios habla: entonces el universo será su lenguaje. No es necesario que nos hable. Ignoramos a quién se dirige. Pero sus cosas intentan hablarnos a su vez, y nosotros, que formamos parte de ellas, intentamos comprenderlas sobre el mismo modelo con que Dios ha imaginado proferirlas. No son más que signos, y signos de signos. Como nosotros mismos, son máscaras de caras eternamente oscuras. Así como las máscaras son el signo de que hay caras, las palabras son el signo de que hay cosas. Y estas cosas son signos de lo incomprensible. Nuestros sentidos perfeccionados nos permiten separarlas y nuestro razonamiento las calcula de forma continua, sin duda porque nuestra burda organización centralizadora es una especie de símbolo de la facultad de unificar del Centro Supremo. Y como todo aquí abajo no es más que una colección de individuos, células o átomos, sin duda el Ser que podemos suponer no es más que el conjunto perfecto de los individuos del universo. Cuando razona las cosas, las concibe bajo el signo del parecido; cuando las imagina, las expresa bajo el signo de la diversidad..."

[Y es que como cada vez entiendo al mundo, busco, oigo, sueño...]

"La diferencia y el parecido",  Ensayos y perfiles.

Y antes:
“Vivir, escribió Ibsen, es combatir contra los seres fantásticos que nacen en las cámaras secretas de nuestro corazón y de nuestro cerebro; ser poeta es juzgarse a sí mismo”.

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