«Pero “El sexo nunca es la clave de la historia", al decir de Baudrillard, "el acto sexual se
entiende como un acto ritual, ceremonioso, guerrero, en el que la muerte es el desenlace
inevitable. La forma emblemática de la consumación del desafío.” En la literatura, entonces,
el efecto de la sensualidad es, a mi entender, casi superior al del sexo. Hacemos el amor con
los personajes y más tarde con el lector porque probablemente escribimos desde nuestras
carencias. Muchas veces entonces, puede que demasiadas, escribimos del amor, de la
sensualidad y del erotismo. Tal vez, porque la escritura, la escritura desde el cuerpo no es
más que un clamor, un silencioso grito de auxilio, una súplica de amparo. “No es que muera
de amor, muero de ti. / Muero de ti, amor, de amor de ti, /de urgencia mía de mi piel de ti,
/de mi alma de ti y de mi boca / y del insoportable que yo soy sin ti”. Sin duda que Sabines habla a una mujer en estos versos, pero por alguna extraña razón me sugiere una vez más el
cuerpo de la escritura. La escritura de Sabines en el cuerpo de Sabines. Mi propia escritura
provocando ansiedad en ese ser insoportable, arenal sin riego, que soy sin la escritura.»
"La práctica erótica de la palabra"
(uno de los textos a compartir en Literatura y erotismo)
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