Por lo menos, dicen, el diablo suplantó a Cristo al resucitar, adelantado a su tiempo, o al ángel que anunciaría la nueva vida, para dar la noticia ante las mujeres.
Bien sabe el diablo a quién se le aparece.
Que Jesús seguía en su sueño placentero. "¿Qué es una crucifixión única comparada con la cotidiana que sobrelleva quien padece de insomnio?", dijo Cioran.
O quizá no.
Era Jesús, liberado de Cristo y su cruz.
Bien sabe el diablo a quién se le aparece.
Que Jesús seguía en su sueño placentero. "¿Qué es una crucifixión única comparada con la cotidiana que sobrelleva quien padece de insomnio?", dijo Cioran.
O quizá no.
Era Jesús, liberado de Cristo y su cruz.
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