Murió el poeta hondureño Roberto Sosa. Compartimos algo de él:
La eternidad y un día
A Francisco Salvador
Se hace tarde, cada vez más tarde.
Ni el viento pasa por aquí y hasta la Muerte es parte del paisaje.
Bajo su estrella fija Tegucigalpa es una ratonera.
Matar podría ahora y en la hora en que ruedan sin amor las palabras.
Solo el dolor llamea
en este instante que dura ya la eternidad
y un día.
¿Qué hacer?
¿Qué hacer?
Alguien que siente y sabe de qué habla
exclama, por mejor decir, musita —hagamos algo pronto,
hermanos mios, por favor muy pronto.
De "El llanto de las cosas"
No hay comentarios.:
Publicar un comentario