viernes, julio 23, 2010

De Roberto Fernández Retamar

Al devolver el original de un poema 
que apenas es mío

Es de quienes escribieron los versos que cité.
Es de los inventores y rehacedores de sus palabras.
Es de la persona que lo guardó con tanto celo que casi no
dio luego con él.
Es de alguien que decide apropiárselo.
Es otra forma de la casualidad.
Es la renovada ilusión de desempeñar el papel de las flores.
Es una avanzadilla de la esperanza.
Es de unos ojos.
Es probablemente irreal.

1 comentario:

  1. Esto es muy cierto. Al escuchar los poemas de Laura rojas, parecían palabras que alguna vez no pude escribir, rehechas con su pluma; me apropié de "nunca he sentido un terremoto... nos agrietamos". Igual como de este postulado de Jodorowsky "Yo te amo. No voy a vivir como una víctima toda mi vida. No, yo te amo y eso basta".
    ¡Bendiciones para las y los poetas!

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