domingo, octubre 11, 2009

Manuel Calvillo (1918-2009)

Tomás: un abrazo

Mientras los menores se pelean por pequeñeces, o permanecen entre las dunas de una ciudad polvosa, o se van sin dejar rastro, los poetas grandes hacen lo suyo, buscan y encuentran sin necesidad de grandes escenarios. "Pero ningún rito prevalece. La proscripción es la más alta muralla de la ciudad. /Toda la gloria y toda la clemencia fueron abolidas" (El libro del emigrante)

Manuel Calvillo Alonso se fue pero queda la obra, poca, escasa pero valiosa. Una obra que necesita ser visitada, leída, analizada, como la de tantos autores regionales que permanecen en la oscuridad mientras la mayoría de los nuevos especialistas se van a lo obvio (Borges, Cortázar...), mientras se publican textos sin rigor o pasión, cuando entre nosotros la palabra ha estado y abre mundos. En Internet y en bibliotecas fue poco lo que pude encontrar hoy, pero la invitación está abierta a que hablemos de nuestras voces desde aquó o desde donde se pueda.

Según la Biobibliografía de los escritores de San Luis Potosí (Rafael Montejano, UNAM, 1979), Manuel Calvillo nació en la ciudad de San Luis Potosí el 20 de enero de 1918. En la misma hizo la primaria y la secundaria; en la Universidad Nacional Autónoma de México estudió leyes. En 1939 dirigió la revista Labor. Formó parte del grupo de la revista Tierra Nueva. Fue secretario de El Colegio de México. Colaboró en Ábside, Universidad de México, Cuadernos Americanos, Revista Mexicana de Literatura y Letras Potosinas.

De sus obras destacan Estancia en la voz (Tierra Nueva, 1942); Primera vigilia terrestre (Tezontle, 1953); El libro del emigrante (UNAM, 1953), reeditado en la antología Literatura potosina, cuatrocientos años, de David Ojeda, y en la colección Lecturas mexicanas). Algo encuentran en la colección Material de Lectura, de la UNAM.


Tu presencia no es hoy esta mirada

de tus hombros al viento

ni el subyugado sueño de tu imagen;

No es pronunciar tu nombre

o las frases de un diálogo imprevisto


(de Estancia en la voz)

La crítica especializada coincide en que Calvillo Alonso junto con Joaquín Antonio Peñalosa fue de las mejores voces poéticas de San Luis Potosí durante la primera mitad del siglo XX.

Una selección de su obra está publicada en Poesía 1940-1971, presentación de Tomás J. Calvillo Unna, México, Dirección General de Publicaciones del Conaculta, 1997, 80 pp., ISBN 970-18-0312-4.

1 comentario:

  1. Anónimo2:27 p.m.

    Manuel Calvillo Alonso.. desafortunadamente en el anonimato vivió y murió, pero tuve que toparme con un investigador español y otro inglés del Colegio de México para enterarme de ese nombre y considerado por ello uno de los mejores poetas del habla hispana y en historia, una sabiduría natural que no buscaba respuestas y/o reconocimientos, sino el verdadero saber de los hechos y las personas.
    Importante para México rescatar sus orígenes, porque es tan triste nuestra historia basada en novelas y mercadotecnia.
    Jose Luis de la Paz y Peña

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