sábado, mayo 02, 2009

El exilio... (La peste - Albert Camus)

Albert Camus:

"El exordio anunciaba, en efecto, que unos cuantos casos de cierta fiebre maligna, de la que todavía no se podía decir si era contagiosa, habían hecho su aparición en la ciudad de Orán. Estos casos no eran aún lo bastante característicos para resultar realmente alarmante y nadie dudaba que la población sabría conservar su sangre fría. Sin embargo, y con un propósito de prudencia que debía ser comprendido por todo el mundo, el prefecto tomaba algunas medidas preventivas. En consecuencia, el prefecto no dudaba un instante de la adhesión con que el vecindario colaboraría en su esfuerzo personal".

(...)

"...A partir de ese momento, se puede decir que la peste fue nuestro único asunto. Hasta entonces, a pesar de la sorpresa y la inquietud que habían causado aquellos acontecimientos singulares, cada uno de nuestros conciudadanos había continuado sus ocupaciones, como había podido, en su puesto habitual. Y, sin duda, esto debía continuar. Pero una vez las puertas cerradas, se dieron cuenta de que estaban, y el narrador también, cogidos en la misma red y que había que arreglárselas. Así fue que, por ejemplo, un sentimiento tan individual como es el de la separación de un ser querido se convirtió de pronto, desde las primeras semanas, mezclado con el miedo, en el sufrimiento principal de todo un pueblo durante aquel largo exilio".

"...Así pues, lo primero que la peste trajo a nuestros conciudadanos fue el exilio... todos nuestros conciudadanos se privaron pronto, incluso en público, de la costumbre que habían adquirido de hacer suposiciones sobre la duración de su aislamiento. En consecuencia se atuvieron a no pensar jamás en el término de su esclavitud, a no vivir vueltos hacia el porvenir, a conservar siempre, por decirlo así, los ojos bajos. El sufrimiento profundo que experimentaban era el de todos los prisioneros y el de todos los exilados, el sufrimiento de vivir con un recuerdo inútil. Impacientados por el presente, enemigos del pasado y privados del porvenir, éramos semejantes a aquellos que la justicia o el odio de los hombres tienen entre rejas".

3 comentarios:

  1. Hola Profe:
    Pues aquí tomando clases de Lit. por
    este medio.
    Son fantásticas las coincidencias de Camus y Dogston con el presente, tal parece que cada cuento o fábula que se escriba está inexorablemente destinada a suceder.
    Con las películas es igual, por ejem., luego de "Síndrome de China" en 1980 ocurrió la tragedia de Chernovil.
    Esa realidad posterior al la palabra escrita es otra forma de decir que la idea crea el mundo, entonces, ¿de qué cree que se debe escribir?
    Saludos y gracias por las citas.

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  2. Hola, Blanca.
    La literatura no tiene la culpa de que la realidad trate siempre se alcanzarla... y que cada quien lea cada libro a su modo, que se lo apropie según el momento.
    Sólo hay que escribir.

    Saludos.

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  3. Blanca tiene tanta razón. Y sólo hay que escribir. El mundo tiene elementos que interactúan entre sí, nosotros hemos dado nombre a esos elementos, y al narrar o pensar, los hacemos interactuar en nuestras mentes. Tenía que ser, entonces: los mismos rompecabezas que nosotros armamos con palabras, la realidad los arma por sí misma. Somos piezas.
    Saludos.

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