domingo, abril 05, 2009

Cíclope

¿Dónde está la entrada a la cueva? Nadie penetra al lugar donde escribo. ¿Dónde está la salida? Nadie me ha leído el día de hoy. Quizá es que soy apenas un mito. De narrador a personaje, el corazón devorado una y otra vez. Narciso reflejado, el otro. Nadie de nuevo. Eco de una voz que hizo naufragar mi barca, ay Ulises, enamorada de esa imagen distorsionada por el agua. Mirada y canto, cuento de nunca acabar, tejido en la espera mil veces para evitar el recuerdo y mantenerlo vivo... A los dioses les encantan las comedias de enredos.

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