sábado, abril 04, 2009

blasfemia es sinónimo de crimentales



(el crimentalista, el profe Carlos Tapia, Amanda Cárdenas la directora de la revista y el editor Jorge Álvaro Tapia)

Fragmentos arbitrarios de lo leído en tan grata convivencia este jueves.

Si buscamos blasfemia en el mamotreto de la Real Academia de la Lengua resulta que es la “palabra gravemente injuriosa contra alguien”. Injuriosa, injuriosa.. me suena. Injuria es, según la Academia, “delito o falta consistente en la imputación a alguien de un hecho o cualidad en menoscabo de su fama o estimación”. No veo injuria ni blasfemia en este número, aunque siempre toda palabra asigna cualidades y significados que no son necesariamente los que el emisor quería aportar.

Revista implica diversidad de autores y temas, buscar el diseño adecuado y el tono general de la publicación, así como una periodicidad que no siempre se cumple. Que esta revista se llama blasfemia haya logrado llegar a su décimo número es casi un milagro en el desierto donde sólo sobreviven los más apegados al presupuesto oficial, donde esfuerzos serios se pierden al tercer número por el dedo hacia debajo de los funcionarios en turno.

En este número de esta revista se llama blasfemia hablamos de siete personas en el directorio, 24 colaboraciones de 21 colaboradores divididas en cinco secciones no continuas, ya nos dirá Amanda por qué, 52 páginas a dos tintas más forros en selección de color, cuatro páginas de publicidad. Uf. Imposible hablar de cada una de las 24 colaboraciones, pero hay textos disfrutables en cada sección, propuestas que hay que valorar.

Territorio de contrastes, retomo por ahora dos evidentes comparaciones que se hacen en la revista. Entre Colombia y México, en el reflejo en el espejo que lanza Jesús Carmona, y entre Macondo y Comala, que responde Juan Manuel Roca con agudeza. En la primera, vemos que la muerte está en guardia, que la simbiosis crimen organizado y Estado se vuelve repetitiva y que la literatura es un arma pero también un escudo. En el segundo caso, Roca es Virgilio y es Beatriz: “Visito más a Comala que a Macondo. He viajado a Comala en el tren del guardagujas de Arreola. Guardo, como un novio fiel, el retrato de la Catrina, que es el correspondiente gráfico de Posada al mundo de Comala. Don Juan Rulfo es nuestro más ubicuo compatriota”.

El tecsto completo se lo entregué a Amanda para su blog, así que ella lleva mano y dicho tecsto podría aparecer en:
esta revista se llama blasfemia

1 comentario:

  1. jejej hola! sólo estaba esperando tener fotos para publicarlo en el blog... gracias! y ya puede leerlo en estarevistasellamablasfemia.blogspot.com jejeje

    saludos!

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