viernes, diciembre 12, 2008

profundis


El vate tras la presentación de su libro de ensayos (¿artículos?) literarios en la FIL, posando para la infaltable cámara de crimentales. Ya inicié la lectura del librito, de textos cortos y divertidos en los que habla de Arreola, Nabokov, Salinger, Dick, Jung, Revueltas, Ferlinguetti y más.

De Arreola como maestro de taller literario escribe José Agustín: "Si de entrada los textos eran malísimos, tocaba la campana y suspendía la lectura. A mí me ocurrió un par de veces, sobre todo al principio, cuando de plano sólo me guiaba la intuición. Párele, me dijo, eso no sirve para nada. Me dolió, pero así, en cuestión de unos meses, pude hacer a un lado muchas ondas ingenuas, cursis y anacrónicas que aún cargaba, pues textualmente me hallaba en bruto. […] Para entonces yo escribía como siempre, o sea: como loco y a la menor provocación".

Ninfulosis: "Este fenómeno siempre lo vi como estrictamente literario hasta que, en 1985, a los cuarenta años de edad, viajé a Cuba como jurado del premio Casa de las Américas. Un mediodía me tocó ver salir de la escuela a las nenas de secundaria, convenientemente ataviadas de minifalda, ay Dios mío, y por primera vez entendí a fondo a Humbert Humbert ".

José Agustín, Vuelo sobre las profundidades
(Lumen, 2008)

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