"Y aprendí, señores míos. Ah, sí, cuando hay que aprender se aprende si se trata de encontrar una salida. Se aprende de forma despiadada. Se controla uno a sí mismo con una fusta, y a la menor debilidad se flagela. Mi estado simiesco salió con violencia fuera de mí y se alejó dando tumbos. Aquello provocó que mi primer adiestrador casi se transformara en mono y pronto tuviera que abandonar las lecciones para ser internado en un sanatorio. […] Sin embargo, desgasté a muchos maestros e, incluso, a varios juntos. Más tarde, estando yo más seguro de mi capacidad, cuando el público captó mis progresos y mi futuro comenzó a sonreirme, yo mismo escogí a mis profesores. Los senté en cinco habitaciones contiguas y con todos aprendí a la vez, saltando sin cesar de un cuarto a otro".
El mono de "Informe para una academia" (1917)
Panchito Kafka
No hay comentarios.:
Publicar un comentario