jueves, diciembre 11, 2008

Fadanelli en la FIL


Lodo, la reciente creación de Guillermo Fadaneli, fue presentada el sábado 6 en la FIL ante los freaks que escapamos, entre otras actividades, de los 20 años de la novela light de Laura Esquivel. El Fada y Leonardo da Jandra, en papel de moderador inmoderado, hablaron del libro pero también del vacío que crece en un lugar que se presume la feria libresca más grande de América pero donde se da igual cabida a la basura que a lo literario, donde la gente bien se codea con chavos fresas y unos cuantos hablan de cultura y van a buscar algo que nutra.

Detrás de la cachucha que suele esconder su timidez a falta de unos mezcales, Fadanelli comentó que no hay mejor manera de no vender los canales 11 y 22 que anunciarlos como culturales, lo que los vuelve marginales ante una mayoría que se interesa en lo vano. Mientras hablaban autor y presentador en la fila de atrás una niña leía uno de los bestsellers Crepúsculo (o algo así) y afuera un trío de bonitos autografiaba su libro que hicieron película (o algo así) a una multitud que hacía fila.

Una foto de Flor Eduarda (Gurrola) en la portada es un requerimiento urgente, pero no traíamos lana para lodo, ya será un día de estos. La sinópsis de Lodo (Anagrama, 2008), reza:
"Benito Torrentera, que a sus cincuenta años abandona su apacible vida de profesor universitario para proteger a una joven criminal, Flor Eduarda. Lector de filosofía y conocedor de historia colonial, se entera, demasiado tarde, de que la razón y la erudición nunca serán suficientes para oponerse a la bestial atracción que le causa una mujer sin estudios, empleada de una tienda de autoservicio. Flor Eduarda, por su parte, se siente intrigada por este hombre pesimista, carente de sentido común y ocupado en asuntos que a nadie le importan. Ambos personajes huyen hacia Michoacán. Ella desea alejarse de la justicia; Torrentera, en cambio, desea llegar a un pueblo olvidado, Tiripetío, donde cinco siglos atrás se impartiera la primera cátedra de filosofía en América. Ni el cansado profesor ni su inesperada alumna se imaginan el desenlace, pero Torrentera presiente que, una vez más, el deseo se impondrá sobre las razones: y no le importa".

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