Niña morena y ágil, el sol que hace las frutas,
el que cuaja los trigos, el que tuerce las algas,
hizo tu cuerpo alegre, tus luminosos ojos
y tu boca que tiene la sonrisa del agua.
Un sol negro y ansioso te arrolla en las hebras
de tu negra melena, cuando estiras los brazos.
tú juegas con el sol como un estero
y él te deja en los ojos dos oscuros remansos.
Niña morena y ágil, nada hacia ti me acerca.
Todo de ti me aleja, como del mediodía.
Eres la delirante juventud de la abeja,
la embriaguez de la ola, la fuerza de la espiga.
Mi corazón sombrío te busca, sin embargo,
y amo tu cuerpo alegre, tu voz resuelta y delgada.
Mariposa morena, dulce y definitiva
como el trigal y el sol, la amapola y el agua.
Pablo Neruda
20 poemas de amor y una canción desesperada.
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