una gran decisión todos los días.
Y no me ha ido mal. A fin de cuentas,
cada mañana salto de la cama y me digo,
mientras pongo en marcha la cafetera:
"Vivir es perdonarte la vida cada día".
Y no me ha ido mal. A fin de cuentas,
cada mañana salto de la cama y me digo,
mientras pongo en marcha la cafetera:
"Vivir es perdonarte la vida cada día".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario