viernes, abril 06, 2012

Dr. Jesús y Mr. Cristo (5)

Fueron espinas las que clavaron en sus manos,
después de tatuar con ellas palabras en su espalda. 
lengüetazos
una zarza tejida con terracota, 
una paleta con todos los dolores
que nos pinta de cuerpo entero

Con los brazos abiertos y sin poder abrazar.
Clavado a ti,
distante 
de tantos ojos que miran cómo corre mi sangre.
Mujer, he ahí tus ojos.
Aquí mi boca.
Perdóname porque saben lo que hacen. 
Y yo muero a sabiendas.

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