domingo, noviembre 22, 2009

Los gestos del anonimato, de José Landa

Tal vez nos equivocamos al bautizar las cosas
Al exigir un corazón un alma un pretexto
cualquiera para creer en lo eterno

Si al despertar somos un objeto sin objeto
Sin al final distinguiremos a la ele minúscula
de la ele mayúscula
Si después de todo resulta que la ele sirve para repetir
que lamemos con la lengua de lo mismo
Qué importa

Al invocar al azahar nos responde el azahar
Nos reconstruye entonces el aroma del azahar solamente
No somos quienes dicen del azahar nada
sino quienes insisten en darle otro lenguaje además del aroma

Y nos equivocamos de nuevo caemos a tierra
Después de abrazar el humo
Ante la fugacidad de los objetos las piedras no tienen tiempo
La piedra tiene la edad de la piedra y la edad de las piedras no importa

A qué res atrapamos al arrojarnos sobre la carne
Lo que desaparece es la palabra carne
Lo que se transforma es la palabra y el producto de nuestra rara transformación es el estiércol
Nadie dijo que el estiércol deje de ser carne queridos carnívoros
Al fin y al cabo construiremos el anonimato que habita el suelo
y las nubes

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