(inédito, fragmento)
Octavio César
Los fantasmas no existen: tan sólo son amagos
de quienes nunca fuimos
ni seremos.
Francisco José Cruz.
Hay signos que surgen al toque de queda:
curvas, tatuajes vivos
en los trigales que son como la piel del mundo,
ventiladores de pedestal que pronuncian
un discurso parecido al mar, lámparas insomnes
que parpadean en la sombra mientras una voz
lanza un quién vive a la galaxia vacía.
Surge entonces el pensamiento
y el hombre toma su mano
y lo conduce hacia la luz
de una página en blanco;
así brota el manantial del ser,
la herida infecta que nos mana
y escancia con cicuta la copa del filósofo.
Todo descubrimiento es un relámpago
que nos regala inmerecidamente la ceguera,
un deseo insano de penetrar con los deseos
y con la punta de la lengua
la dura carne de la piedra
para insertarla a cuchillo
entre los huesos de la voz.
(poema completo en Muerte y arte...)
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