viernes, marzo 13, 2009

Canción de cuna... de JJ Campos


Canción de cuna para la siesta de un insecto es la obra teatral con la que Juan José Campos obtuvo el Premio Manuel José Othón de Dramaturgia 2006, de los premios estatales 20 de Noviembre. Tarde pero sin sueño el libro se presentó en la pasada Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, como parte de las actividades del estado invitado, San Luis Potosí.

Por azares del destino tuve la oportunidad de presentar a Juan José, y dar fe de la buena propuesta de los dramaturgos de provincia, que tienen trabajos tan buenos como el que más. El también actor, profesor y director de teatro compartió fragmentos de los comentarios que hicieron durante la presentación en la Casa López Velarde los escritores Saúl Castro y Héctor Esquer, y leyó fragmentos de este diálogo alrededor de la intimidad de una pareja, mientras las moscas rebotan en los cristales en los días otoñales. Yo pensaba en mariposas o en el escarabajo Samsa. Todo, finalmente, es amor y soledad intercalados por el destino, pues ya lo dice el bolero que se oye en la obra: "Sin saber que existías, te deseaba; antes de conocerte te adiviné... llegaste en el momento en que te esperaba, no hubo sorpresa alguna cuando te vi..." La invitación a los asistentes fue a leer y a compartir sentimientos en muchos foros, no sólo en las grandes producciones con actores de pantallas chicas y grandes. He aquí una muy breve muestra de Canción de cuna para la siesta de un insecto:

Ana: Tengo razón en quedarme callada. Sí. Porque sólo a una pendeja como yo se le puede ocurrir discutir con un imbécil como tú. Con un palurdo quesque dicharachero, pero, a fin de cuentas, un imbécil machista retorcido y apretujado en sus momentos más infantiles, y desprovisto de la más pura sensibilidad y lógica para entender a una mujer como yo. Sí. Tengo razón en mantenerme callada. Porque a través de mi silencio, te aniquilo, y sé que te extingues poco a poco a pesar de que niegas de forma insistente este ayuno amatorio que no sé si sepas, pero si no, te lo digo y te lo vuelvo a repetir: este ayuno amatorio nos condena a nuestro encierro mutuo, solo y mutuo. Solos y mutuos. Estúpidamente. Barbaramente mutuo... mutuos. Hijo de la chingada... Te vale... madre.

Gustavo: Sí.

Ana: ¡¿Sí qué, pendejo?!

Gustavo: Tienes razón, quédate callada; definitivamente. ¡Shhhhh!

1 comentario:

  1. Gracias mi estimado Alejandro. Agradezco entrañablemente tus comentarios y espero que sigamos en contacto. Un gran abrazo y un honor que me hayas acompañado en tan gran momento personal.
    Juan José Campos

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