viernes, febrero 06, 2009

No se culpe a nadie de mis sueños

No se culpe a nadie de mis sueños.
A ella, protagonista y destinataria, lectora omnipresente,
la inventé como invento cada día los mares que cruzo.
No está aquí, sino en una balsa soñando que la sueño.

(Siempre sueño con viajes, ¿es que muero cada noche?)

(Aunque a veces naufrago,
trato de que no sea más de una vez cada día)

Tal vez, sólo tal vez, como en los cuentos de hadas
ella exista algún día,
para creer que siento y que, trenzados, volar es posible,
mientras mordemos nuestras alas,
nínfula sonámbula,
en tanto apenas puedo soñar y maldecirla
por apoderarse de mí sin preguntar
para luego pedirle perdón,
por dudar de ella, de mí, por tratar de despertar
para seguir viviendo por ella,
esperando que nuestra embarcación vuele
sin levar las anclas.

RR

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