viernes, octubre 31, 2008

Fermín

Algunos lo han mirado en la biblioteca, como cuando estaba vivo, a eso de las seis de la mañana. Inquieto como era, no lo he visto pero seguro que sigue aquí, echando piropos, poniendo apodos, leyendo todo lo que puede.
La muerte no vuelve buenas a las personas, pero amaina los recuerdos malos y enaltece los sabrosos.

Dos veces le andaban haciendo esquela y a la tercera lo cumplió, barriéndose para llegar al altar de muertos.
Toca empirnos, dijo, y sonrió.

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