Páginas

miércoles, junio 06, 2012

insomnio

Extraños buitres negros describían sus círculos
en el cielo incendiado de tu agitada mente
bajo el sol obsesivo de un solo pensamiento.

No hay remedio: la marea está crecida. Y todo parece arder.
Demasiado calor, como para despellejar la noche.
Los sesos ya hirvieron. Sólo queda refugiarme en tus fotografías 
e imaginar congelarme ahí, 
en tu mirada congelada por la cámara.

Pero igual quema: me derrites.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario