Páginas

sábado, diciembre 13, 2008

Kierkegaard (2)

"Porque sería una ofensa para una muchacha presentarle en un momento así una poesía, como si ella misma no estuviera suficientemente dotada de fuerza poética y no supiese comprender la poesía emanada de los acontecimientos, sin ser necesario ir a buscarla ya elaborada por el pensamiento de otro. En general, no se hace caso de esas cosas. Ella ha de querer leer ese libro y eso es lo que yo quiero. En el sitio donde fue leído por última vez mostrará un pequeño ramito de mirto, y comprenderá inmediatamente que ese ramito quiere decir más, mucho más que una simple seña para marcar la página".

Diario de un seductor

No hay comentarios.:

Publicar un comentario