martes, diciembre 31, 2013

Canción de amiga - Ángel González

Nadie recuerda un invierno tan frío como éste.

Las calles de la ciudad son láminas de hielo.
Las ramas de los árboles están envueltas en fundas de hielo.
Las estrellas tan altas son destellos de hielo.

Helado está también mi corazón,
pero no fue en invierno.
Mi amiga,
mi dulce amiga,
aquella que me amaba,
me dice que ha dejado de quererme.

No recuerdo un invierno tan frío como éste.

lunes, diciembre 30, 2013

Embriagaos - Charles Baudelaire

«Hay que estar siempre ebrios. Eso es todo, es lo único que importa. Para no sentir el terrible fardo del tiempo que vence tus hombros y te aplasta contra el suelo, hace falta estar ebrio.

¿Pero, de qué? De vino, poesía o virtud, como desees. Pero embriágate.

Y si alguna vez, estando sobre los escalones de un palacio, o sobre la verde hierba del camino o en la soledad taciturna de tu alcoba, te despiertas y la ebriedad ha disminuido o desaparecido del todo, pregúntale al viento, a la ola, a la estrella, al ave, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla, pregúntales qué hora es, y el viento, la ola, la estrella, el ave, el reloj te responderán: “¡Es hora de embriagarse! Para no ser esclavos martirizados por el tiempo, hay que embriagarse. ¡Embriágate sin medida! De vino, poesía o virtud, como desees".»

viernes, diciembre 27, 2013

El alma tenías - Pedro Salinas

El alma tenías
tan clara y abierta,
que yo nunca pude
entrarme en tu alma.
Busqué los atajos
angostos, los pasos
altos y difíciles...
A tu alma se iba
por caminos anchos.
Preparé alta escala
-soñaba altos muros
guardándote el alma-,
pero el alma tuya
estaba sin guarda
de tapial ni cerca.
Te busqué la puerta
estrecha del alma,
pero no tenía,
de franca que era,
entrada tu alma.
¿En dónde empezaba?
¿acababa, en dónde?
Me quedé por siempre
sentado en las vagas
lindes de tu alma.

viernes, diciembre 20, 2013

Resucitar falsamente (al Quijote) - Miguel de Cervantes Saavedra)

(Tomado del Capítulo LXXIV, final, de la Segunda parte de Don Quijote de la Mancha)

Viendo lo cual el cura, pidió al escribano le diese por testimonio como Alonso Quijano el Bueno, llamado comúnmente «don Quijote de la Mancha», había pasado desta presente vida y muerto naturalmente; y que el tal testimonio pedía para quitar la ocasión de que algún otro autor que Cide Hamete Benengeli le resucitase falsamente y hiciese inacabables historias de sus hazañas.

Este fin tuvo el ingenioso hidalgo de la Mancha, cuyo lugar no quiso poner Cide Hamete puntualmente, por dejar que todas las villas y lugares de la Mancha contendiesen entre sí por ahijársele y tenérsele por suyo, como contendieron las siete ciudades de Grecia por Homero.

Déjanse de poner aquí los llantos de Sancho, sobrina y ama de don Quijote, los nuevos epitafios de su sepultura, aunque Sansón Carrasco le puso este:
Yace aquí el hidalgo fuerte
que a tanto estremo llegó
de valiente, que se advierte
que la muerte no triunfó
de su vida con su muerte.
Tuvo a todo el mundo en poco,
fue el espantajo y el coco
del mundo, en tal coyuntura,
que acreditó su ventura
morir cuerdo y vivir loco.
Y el prudentísimo Cide Hamete dijo a su pluma: «Aquí quedarás colgada desta espetera y deste hilo de alambre, ni sé si bien cortada o mal tajada péñola mía, adonde vivirás luengos siglos, si presuntuosos y malandrines historiadores no te descuelgan para profanarte. Pero antes que a ti lleguen, les puedes advertir y decirles en el mejor modo que pudieres:


—¡Tate, tate, folloncicos!
De ninguno sea tocada,
porque esta empresa, buen rey,
para mí estaba guardada.

Para mí sola nació don Quijote, y yo para él: él supo obrar y yo escribir, solos los dos somos para en uno, a despecho y pesar del escritor fingido y tordesillesco que se atrevió o se ha de atrever a escribir con pluma de avestruz grosera y mal deliñada, las hazañas de mi valeroso caballero, porque no es carga de sus hombros, ni asunto de su resfriado ingenio; a quien advertirás, si acaso llegas a conocerle, que deje reposar en la sepultura los cansados y ya podridos huesos de don Quijote, y no le quiera llevar, contra todos los fueros de la muerte, a Castilla la Vieja, haciéndole salir de la fuesa donde real y verdaderamente yace tendido de largo a largo, imposibilitado de hacer tercera jornada y salida nueva: que para hacer burla de tantas como hicieron tantos andantes caballeros, bastan las dos que él hizo tan a gusto y beneplácito de las gentes a cuya noticia llegaron, así en estos como en los estraños reinos. Y con esto cumplirás con tu cristiana profesión, aconsejando bien a quien mal te quiere, y yo quedaré satisfecho y ufano de haber sido el primero que gozó el fruto de sus escritos enteramente, como deseaba, pues no ha sido otro mi deseo que poner en aborrecimiento de los hombres las fingidas y disparatadas historias de los libros de caballerías, que por las de mi verdadero don Quijote van ya tropezando y han de caer del todo sin duda alguna». Vale

martes, diciembre 17, 2013

José Ramón Gutiérrez López (1958-2013)



Poeta. Nació en 1958 en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez, San Luis Potosí. Estudió la licenciatura en psicología en la UASLP, así como la maestría en educación en la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad 241, de la que fue asesor académico desde 1991. Ha trabajado los programas académicos de la Licenciatura en Educación y la Maestría en Educación. Fue coordinador de difusión y extensión, así como de investigación de la UPN. Entre sus trabajos destaca la obra Palabras para el viaje, con la cual obtuvo el premio 20 de Noviembre en 1999 y La poesía Potosina en el último tercio del siglo XX, con el que tuvo el apoyo del FECA (contemporáneo de premio y beca de este bloguero). Las fotos pequeñas son de noviembre de 2011, última vez que pudimos departir. Descanse en paz.

jueves, diciembre 12, 2013

De las cartas de Gustave Flaubert

No, no desprecio la gloria; no se desprecia lo que no se puede alcanzar. Ante esa palabra mi corazón ha vibrado más que otros. Antes pasé largas horas soñando con triunfos asombrosos para mí, cuyos clamores me hacían estremecerme como si ya los hubiese oído. Pero no sé por qué, una mañana me desperté desembarazado de aquel deseo, incluso más enteramente que si hubiera sido satisfecho. Entonces me vi más pequeño, y dediqué toda mi razón a observar mi naturaleza, su fondo, y sobre todo sus límites. […] Cuando uno vale algo, buscar el éxito es estropearse sin motivo, y buscar la gloria es quizá perderse completamente.

* * * * *

Hay dos clases de poetas. Los más grandes, los raros, los auténticos maestros, resumen la humanidad; sin preocuparse de sí mismos ni de sus propias pasiones, dando al traste con su personalidad para absorberse en las de los demás, reproducen el universo, que se refleja en sus obras, resplandeciente, variado, múltiple, como un cielo entero que se refleja en el mar con todas sus estrellas y todo su azul. Hay otros que no tienen más que gritar para ser armoniosos, llorar para enternecer y ocuparse de sí mismos para seguir siendo eternos. […] Byron era de esa familia; Shakespeare de la otra. En efecto, ¿quién me dirá lo que Shakespeare amó, lo que odió, lo que sintió? Es un coloso que espanta; cuesta creer que fuera un hombre. […] otras veces tenemos la vanidad de creer que basta, como a Montaigne y a Byron, con decir lo que pensamos y lo que sentimos para crear cosas bellas. Esta última actitud es quizá la más prudente para las personas originales, pues con frecuencia tendríamos muchas más cualidades si no las buscásemos, y cualquier hombre que supiera escribir correctamente crearía un libro soberbio al redactar sus Memorias, si las expusiera con sinceridad y de manera completa.

* * * * *

Siento que no debo morir sin haber hecho rugir en alguna parte un estilo como el que oigo en mi cabeza, y que será capaz de dominar la voz de los loros y de las cigarras.

* * * * *

Se escribe con la cabeza. Si el corazón la calienta, mejor; pero no hay que decirlo. Debe ser un horno invisible, y así evitamos divertir al público con nosotros mismos, cosa que encuentro repugnante o demasiado ingenua.

* * * * *

Yo sostengo que las ideas son hechos. Es más difícil interesar con ellas, ya sé, pero entonces la culpa es del estilo. […] Hay que cantar con el propio registro de voz; y la mía nunca será dramática ni atractiva. Estoy convencido, por lo demás, que todo es cuestión de estilo, o más bien de carácter, de aspecto.

* * * * *

Hace falta quererte para escribirte esta noche, pues estoy agotado. Tengo un casco de hierro en el cráneo. Desde las dos de la tarde (salvo unos veinticinco minutos para cenar) escribo Bovary, estoy en su polvo, de lleno, en la mitad; sudan y tienen un nudo en la garganta. Éste es uno de los raros días de mi vida que he pasado en la ilusión, completamente, de cabo a rabo. […] Ahora tengo grandes dolores en la espalda, en las rodillas y en la cabeza. Estoy como un hombre que ha jodido demasiado (perdón por la expresión), es decir, en una especie de agotamiento lleno de embriaguez. […] No importa; bien o mal, es algo delicioso el escribir, el no ser ya uno mismo, sino el circular en medio de toda la creación de la que uno habla. Hoy por ejemplo, hombre y mujer simultáneamente, amante y querida a la vez, me he paseado a caballo por un bosque en una tarde de otoño, bajo hojas amarillas, y yo era los caballos, las hojas, el viento, las palabras que se decían y el sol rojo que hacía entrecerrarse sus párpados anegados de amor. ¿Es orgullo o piedad, es el necio desbordamiento de una satisfacción exagerada de sí mismo, o bien un instinto religioso vago y noble? Pero cuando rumio estos goces, después de haberlos experimentado, me sentiría tentado de elevar una plegaria de agradecimiento a Dios, si supiera que puede oírme. ¡Bendito sea por no haberme hecho nacer vendedor de algodón, autor de vodeviles, hombre ingenioso, etc.!

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Cartas a Louise Colet, Gustave Flaubert, Siruela, 2003

miércoles, diciembre 11, 2013

Nota en una agenda que aún no existe

Busco tipografías y motivos para mi próxima publicación, para atrapar el tiempo que aún no llega, 2014. Ya casi está ese tiempo, lo inventaremos entre varios. Las cortinas de baño las inventó Alfred Hitchcock en 1960 para atrapar transparencias, para ser desgarradas. El universo empezó a existir cuando se encontró la partícula de dios; antes era (el universo, no dios, que más bien es un género literario) una ilusión colectiva. Prontito, ya casi. Para anotar fechas, ideas, citas, números y letras. Yo, libidinizado divinamente por Ella. Para anotar sueños:

"He soñado mucho. Estoy cansado de haber soñado, pero no cansado de soñar. De soñar nadie se cansa, porque soñar es olvidar, y olvidar no pesa y es un sueño sin sueños en el que estamos despiertos. En sueños lo he conseguido todo. También he despertado, ¿pero qué importa?" (Libro del desasosiego, de Fernando Pessoa)

martes, diciembre 10, 2013

El canto de los grillos

Entre tanta información que circula en Internet es fácil perdernos. La realidad es cada vez más viscosa y depende de contextos cada vez más difusos, lo que quizá es la causa de que los niveles de análisis de sucesos políticos, sociales y culturales (incluso artísticos o "taurinos") sean tan superficiales. El nivel del debate por lo mismo es decepcionante: mucha mentada de madre y nada de propuestas, se confunden temas y los supuestos argumentos no son sino ideas deshilvanadas. Descalificar con ideas que nada tienen que ver. Ad hominem. Es más fácil abstenerse, decir que nos han robado la cuenta de Internet o insultar o bloquear a los que no nos son afines.

Los videos virales mucho nos hablan de esto, o los falsos poemas de Borges o Victor Hugo. De los más recientes (como el de Sofles) me gustó mucho el titulado "Bajan la velocidad de la grabación de unos grillos cantando y revelan un coro angelical, casi humano. Extraordinario!"

Dicen que es un hoax, como tantos en la red. Hay celebridades que han sido dadas por muertas en la red una y otra vez, en esta sociedad zombificada, hay personas perdidas hace muchos años cuyos anuncios de rescate reaparecen. Hay drogas mortales y hay, ya con dolo, noticias e información oficial desaparecidas. Por eso un buen consejo es: "No creas nada que no venga con los enlaces a las fuentes para poder contrastarlo".

Me quedo con los grillos cantores. Ahora mismo los oigo en la cocina y no necesito bajar la velocidad de mi oído para disfrutarlos. Me quedo con la idea de una alabanza alegre, con esa posibilidad de encontrar la poesía en la naturaleza de este mundo que a veces nos negamos a proteger.

viernes, diciembre 06, 2013

Helena Beristain (1927-2013)

Diccionario de Retórica y Poética.pdf

Investigadora emérita de la UNAM. En 1949 terminó la Licenciatura en Lengua y Literatura Españolas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. En 1963 obtuvo la Maestría en Letras con Mención Honorífica, con la tesis Reflejos de la revolución mexicana en la novela. En 1959 presentó el Examen profesional y obtuvo el grado de Maestra en Biblioteconomía en la UNAM. En 1968 obtuvo el Doctorado con la tesis Gramática estructural de la lengua española.

Desde 1953 imparte clases en la UNAM y a partir de 1965 en la licenciatura de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Ha impartido diversas asignaturas como Literatura mexicana, Seminario de literatura mexicana del siglo XX, Didáctica de la lengua y la literatura, Teoría literaria, Literatura y sociedad, además de múltiples cursos y diplomados de actualización para maestros en la Facultad de Filosofía y Letras, en los departamentos de Letras Modernas, Letras Clásicas, Letras Hispánicas y en Educación continua, en otras universidades del país.

Entre 1969 y 1972 redactó los nuevos programas de secundaria y preparatoria para la UNAM.

Pertenece al Seminario de Poética desde su fundación en 1977, y fue coordinadora del mismo de 1985 a 1988 y de 1996 a 1998.

Desde 1995 hasta 2005 fue responsable de la primera etapa del Proyecto Bitácora de Retórica, de la DGAPA (Dirección General de Asuntos del Personal Académico) IN401195, que organizó los dos primeros congresos internacionales de retórica en México (en 1998 y 2003). Fundó la colección “Bitácora de Retórica”, con 21 volúmenes publicados y seis más en preparación.

Ha participado en diversas comisiones evaluadoras y dictaminadoras tanto para la elaboración de Planes de estudio y de Programas (de la SEP, de la UNAM ) como para editoriales y publicaciones periódicas: Editorial McGrow Hill, la revista Desde el Sur - del CCH Sur, la revista LOGO (Retórica y teoría de la comunicación) de la Universidad de Salamanca, España, la Revista Mexicana de Literatura, y las revistas Acta Poetica y Medievalia.

En 2006 y 2007 impartió cursos de acualización para profesores en didáctica con duración de 20 horas, cubiertas en una semana, en las universidades de Aguascalientes, Jalapa, Puebla, la Universidad Ibero de Santa Fe, las escuelas incorporadas a la UNAM (Facultad de Filosofía y Letras), en la casa de la UNAM en Coyoacán. La temática de dichos cursos era: “Nueva didáctica de la lengua y la literatura” con modelos de lección conformados sobre textos de las vanguardias hispanoamericanas del siglo XX.

En 1989 se le otorgó el Premio UNAM en Docencia en Humanidades, además de que ha recibido numerosas distinciones. Participa en diversas sociedades académicas y es miembro Honorario de la Sociedad Internacional de Historia de la Retórica y además forma parte del Grupo de Asesores de la rectoría de la nueva Universidad de la Ciudad de México.

Líneas de investigación
Retórica y semiótica
Naturaleza interdisciplinaria de la retórica.
Didáctica de la literatura

Proyectos de Investigación
La literatura de las vanguardias hispanoamericanas: textos, metatextos, contextos. Manual teórico-práctico (en prensa).
Didáctica de la literatura conforme a un método dinámico, deductivo, interactivo, transversal, transdisciplinario, investigativo y constructivista, con procesos de lectura intratextual y contextual.
Estrategias de análisis e interpretación de textos literarios.
Diccionario de corrientes literarias: ideas de textos artísticos a través de los siglos.

miércoles, diciembre 04, 2013

Mi FIL (Feria Individual del Libro) 2013


Estos son algunos de los libros de amigos, editoriales independientes y de segunda mano (casi nuevos) que tenemos a la venta en Zamarripa 1406 (entre Sarasate y Paganini), col. Himno Nacional, SLP. Pronto llegará la Agenda 2014. Algunos precios y títulos clickando aquí y otros por acá.

martes, diciembre 03, 2013

La mentira de la motivación - Ricardo Moreno Castillo

«La única costumbre que hay que enseñar a los niños es que no se sometan a ninguna costumbre.» Jean Jacques Rousseau, filósofo

«Entre las falacias que más daño han hecho a nuestra educación están la del aprendizaje lúdico y la de la motivación. Algunos padres critican a los profesores por no motivar a sus niños y hay alumnos que llegan al instituto exigiendo que se los entretenga. Pero es absurdo pretender que los estudiantes vayan motivados al instituto como si fueran a un circo. Es más, lo preocupante sería que un muchacho aguardara impaciente el fin de las vacaciones para poder divertirse estudiando las declinaciones latinas o resolviendo problemas de trigonometría. No, los padres deben dejar claro a los hijos que han de ir al instituto porque es su obligación, les guste o no, y que deben hacer las tareas escolares todos los días, estén motivados o no. Hacerles creer que el trabajo es un juego es tan grave como hablarles de la cigüeña cuando preguntan de dónde vienen los niños. Si toda persona con sentido común sostiene que hay que informar sinceramente a un niño cuando se interesa por el sexo, o por el problema las drogas, no se entiende por qué se les ha de mentir cuando se les habla del trabajo y del esfuerzo. Un profesor que para motivar a los alumnos convierta el estudio en un juego está, sencillamente, engañándolos. Porque es imposible aprender un idioma extranjero, saber matemáticas o tocar medianamente bien un instrumento musical sin muchas horas de esfuerzo y dedicación y sin hacer muchos ejercicios rutinarios y repetitivos cuyo sentido el neófito puede no entender. Por ello, el estudiante ha de ser avisado de la necesidad de un esfuerzo que nadie puede hacer en su lugar y que, si no lo hace, el único responsable de su fracaso es él.»