miércoles, marzo 31, 2010

advocatus diaboli

En mis tiempos adolescentes pertenecí a un grupo juvenil católico, en el que con la influencia de la teología de la liberación se hicieron obras de teatro, revistas y hasta marchas políticas en las que había sobre todo ganas de hacer ver que no estábamos de acuerdo con muchas cosas.

Una de las obras representadas, obviamente, fue Jesucristo Superestrella, aunque aderezada con canciones de Los Bukis (Casas de cartón), Gabino Palomares (No basta rezar y Letanía de los poderosos) o los hermanos Mejía Godoy (Misa campesina).

Otra obra fue ¿Quién lo mató? El juicio de la humanidad, en la que se proponía al público, mediante los argumentos presentados por un abogado defensor y un fiscal, que se pronunciaran sobre la inocencia o la culpabilidad de los implicados en la crucifixión de Cristo: Anás, Caifás, Herodes, Judas Iscariote y Poncio Pilatos. En la mayoría de las representaciones todos fueron condenados por el público, si acaso el que se salvó fue Anás una sola vez por su avanzada edad y porque se dijo que el que tomó la decisión de pedir la muerte de Jesús fue su yerno Caifás, quien lo despojó del cargo de sumo sacerdote.

Entre los argumentos de la defensa, si mal no recuerdo, estaban que los sacerdotes veían a un hereje que hacía milagros los sábados, que ofendía a los comerciantes del templo (todos puntuales en sus limosnas), y que su actitud haría que los romanos castigaran a todo el pueblo. De Judas se decía que sólo obedeció el designio divino, de Herodes que en realidad él no intervino pues no le importaba lo que hicieran los judíos, y de Pilatos que él intentó salvarlo mandándolo a Herodes y ofreciendo otro en su lugar (Barrabas).

En Jesucristo Superestrella y en otras obras la figura de Judas como personaje se ha analizado con otras miradas, pero no las de los otros villanos de la historia como temas literarios.

Quedó pendiente, aunque la ensayamos mucho, la representación de El extensionista, obra de Felipe Santander, tan vigente a más de veinte años de aquellos grupos juveniles.

martes, marzo 30, 2010

Pecados (contra la palabra, entre otros)

Tomado de La prohibición de mentir, de Sergio Pérez Cortés, del que ya habíamos comentado un poco. Otra vez ahí va la burra al trigo, van a decir, pero me llama la atención la mentira como negación de la realidad, la palabra como don ("os hará libres") y como pecado.

"La mentira es siempre un pecado derivado, pero con antepasados ilustres. Así, Casiano, cuya lista de ocho "vicios principales" incluía la glotonería, la fornicación, la avaricia, la ira, el abatimiento, la languidez, la vanagloria y el orgullo, hace de la avaricia la madre de la mentira, el perjurio y el falso testimonio, mientras deriva las obscenidades, groserías y palabras estúpidas de la fornicación. Gregorio el Grande, cuya clasificación en siete pecados capitales obtuvo una merecida celebridad, hace derivar la mendacidad y la maledicencia de la envidia, y coincide con Casiano en que a la ira debe cargársele la maternidad de las ofensas, el engaño y la blasfemia. En algunos momentos, los pecados de la palabra llegaron a ocupar los puestos de privilegio en el orden del mal: éste es el caso de la locuacitas, tendencia hacia el pecado manifestada en una efusión estúpida de palabras, que a su vez expresa la ligereza interior en que descansa la vanagloria..."

Si gustan un poco más de estos temas pásenle al blog de Francisco Arriaga, donde encontarán mucho en qué pensar (además de música).

lunes, marzo 29, 2010

Diccionario biográfico de la danza mexicana

Tengo ya en mis manos el Diccionario biográfico de la danza mexicana, editado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y coordinado por el crítico y escritor César Delgado Martínez. En la cuarta de forros se lee:

"reúne, por vez primera, más de mil entradas acerca de los protagonistas de la danza en México durante el siglo XX: bailarines, coreógrafos, directores, técnicos, escenógrafos, diseñadores de vestuario, críticos, promotores, compañías, teatros, escuelas, festivales. Su importancia como fuente de consulta es fundamental para investigadores, estudiantes, especialistas y todo aquel que requiera datos precisos sobre quienes conforman el corpus dancístico de nuestro país".

Sí. Por eso desde ya César y su equipo preparan la segunda edición de esta obra sobre vida y obra de quienes forman, conforman, informan e inconforman la comunidad mexicana de Terpsícore.

Este libro se presentará en el Instituto Potosino de Bellas Artes el 27 de mayo, con la participación de Noemí Torres Ariceaga, María Elena González de Delgadillo, María Eugenia Martínez Juache, este bloguero, y el coordinador de la obra. Moderadora: Laura Elena González.

Seguiremos informando.

domingo, marzo 28, 2010

viernes, marzo 26, 2010

nueva temporada para compartir niñerías

A todos los visitantes:

Les invito a compartir una foto y una historia de su infancia para ser publicados en el blog Recuerdos de polimorfos perversos, un sitio echado a andar el año pasado y que pretende actualizarse en abril de cada año. Historias tristes, humorosas o felices. Recuerdos de escritores y artistas, amigos y posibles amigos, trances propios o de nuestros hijos, historias de quienes apenas dejaron su niñez o ya tenemos rato de haber dejado esa etapa ¿idílica? Con confianza, manden su foto y un texto (referente a la foto o a su infancia en general) a debajodelagua@gmail.com, desde donde iremos colocando las historias y las imágenes conforme vayan llegando.

A partir del 1 de abril y todo el mes andaré más por aquellos rumbos pero obviamente me daré la vuelta por acá para celebrar recordar de qué se trata el asueto que ya empezó, esta semana santa que a veces tiene todo menos eso (y no me estoy quejando).

Anímense, amiguitos.

jueves, marzo 25, 2010

MJ Othón en Los detectives salvajes

En busca de datos sobre Manuel José Othón encontré este fragmento de Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño, en el blog Algún día en alguna parte, y que transcribo por las recientes polémicas aquí y en otros lares sobre géneros literarios y humanos (literatura femenina, regional, potosina, juvenil, gay, etc.) y su grado de validez. Las clasificaciones son finalmente arbitrarias, válidas para organizar o con propósitos de análisis, pero cada quien que haga uso de los adjetivos como vea a su objeto de estudio o a los demás (o quiera autodenominarse, que lo hay y es muy válido aunque en ocasiones sea risible). El tema se presta para muchas horas de tejer y destejer, que ya estoy tejiendo, saben que me encanta y por mientras los dejo con algunos personajes de Bolaño:

Desperté en casa de Catalina O’Hara. Mientras desayunaba, muy temprano (María no estaba, el resto de la casa dormía), con Catalina y su hijito Davy, a quien tenía que llevar a la guardería, recordé que la noche anterior, cuando ya sólo quedábamos unos pocos, Ernesto San Epifanio dijo que existía literatura heterosexual, homosexual y bisexual. Las novelas, generalmente, eran heterosexuales, la poesía, en cambio, era absolutamente homosexual, los cuentos, deduzco, eran bisexuales, aunque esto no lo dijo.
Dentro del inmenso océano de la poesía distinguía varias corrientes: maricones, maricas, mariquitas, locas, bujarrones, mariposas, ninfos y filenos. Las dos corrientes mayores, sin embargo, eran las de los maricones y la de los maricas. Walt Whitman, por ejemplo, era un poeta maricón. Pablo Neruda, un poeta marica. William Blake era maricón, sin asomo de duda, y Octavio Paz marica. Borges era fileno, es decir de improviso podía ser maricón y de improviso simplemente asexual. Rubén Darío era una loca, de hecho la reina y el paradigma de las locas.
—En nuestra lengua, claro está —aclaró—; en el mundo ancho y ajeno el paradigma sigue siendo Verlaine el Generoso.
Una loca, según San Epifanio, estaba más cerca del manicomio florido y de las alucinaciones en carne viva mientras que los maricones y los maricas vagaban sincopadamente de la Ética a la Estética y viceversa. Cernuda, el querido Cernuda, era un ninfo y en ocasiones de gran amargura un poeta maricón, mientras que Guillén, Aleixandre y Alberti podían ser considerados mariquita, bujarrón y marica, respectivamente. Los poetas tipo Carlos Pellicer eran, por regla general, bujarrones, mientras que poetas como Tablada, Novo, Renato Leduc eran mariquitas. De hecho la poesía mexicana carecía de poetas maricones, aunque algún optimista pudiera pensar que allí estaba López Velarde o Efraín Huerta. Maricas, en cambio, abundaban, desde el matón (aunque por un segundo yo escuché mafioso) Díaz Mirón hasta el conspicuo Homero Aridjis. Debíamos remontarnos a Amado Nervo (silbidos) para hallar a un poeta de verdad, es decir a un poeta maricón, y no a un fileno como el ahora famoso y reivindicado potosino Manuel José Othón, un pesado donde los haya. Y hablando de pesados: mariposa era Manuel Acuña y ninfo de los bosques de Grecia José Joaquín Pesado, perennes padrotes de cierta lírica mexicana.

miércoles, marzo 24, 2010

zen

*

Nadie besa dos veces a la misma mujer 
pero es maravilloso sumergirse 
una y otra, y otra vez en los mismos labios.

*

martes, marzo 23, 2010

de veritas

"El punto más importante es establecerte en un sentido verdadero sin establecerte en el engaño. Y sin embargo no podemos vivir o practicar sin engaño. El engaño es necesario pero no es algo en lo que puedas establecerte. Es como una escalera. Sin ella no puedes escalar, pero no permaneces en ella. No deberiamos disgustarnos con un mal profesor o un mal estudiante. Sabes, si un mal estudiante y un mal profesor se esfuerzan por la verdad, algo verdadero se establecerá".

Susuki Roshi

lunes, marzo 22, 2010

Manifiesto de la Red Independiente de Proyectos Artísticos y Culturales (RIPAC)

"Para poder impulsar una verdadera revolución cultural en el país es necesario desburocratizar la gestión cultural y ciudadanizarla. De hecho, ante la ineptitud gubernamental, la sociedad civil se ha venido organizando y ha ido
desarrollando proyectos culturales con total independencia del Estado. La participación ciudadana es cada vez mayor cuando se trata de llevarle cultura a la población. Esta ciudadanización cobra mayor valor dado que los gestores emergen muchas veces de las mismas comunidades a las que llevan sus proyectos. No obstante, es fundamental que se canalicen recursos públicos, es decir, dinero de nuestros impuestos, hacia esas iniciativas para fortalecerlas...

El manifiesto completo, propuesto por Alejandro Zenker, lo pueden encontrar aquí...

domingo, marzo 21, 2010

De sombras y luces. Ecoturismo en la Huasteca potosina

El ecoturismo, la forma supuestamente menos dañina de promover una región y sus productos, tiene sus asegunes, y de eso trata el documental de Mauricio Guzmán e Israel Trejo que se presenta este lunes en El Colegio de San Luis a las 5 pm. Ya está a la venta.

jueves, marzo 18, 2010

Poemas de Guillermo Aguirre y Fierro

Ser periodista es ser más desdichado
que un maestro de escuela,
pues éste sufre, lucha y se desvela
haciendo hasta de pinche de cocina,
mas no está condenado
a que un matón pagado
lo asesine a la vuelta de una esquina....
GAF



Este jueves 18 de marzo se presenta Sonrisas y lágrimas, de Guillermo Aguirre y Fierro (investigación, selección y prólogo de Ignacio Betancourt, volumen 18 de la colección Literatura Potosina 1850-1950, poesía, de El Colegio de San Luis. La presentación se llevará a cabo en el bar del hotel Progreso, en Aldama e Iturbide, SLP, a partir de las 20:00 hrs., con los comentarios de José Manuel Mateo e Ignacio Betancourt.

“Poeta, periodista, liberal, hombre de vida errante que pasó a la historia literaria por su poema “El brindis del bohemio” […] La muestra es representativa de la temática del potosino, siempre anclada en asuntos populares quizá pensando en sus lectores (o memorizadores), pero también por ser parte de sus propios intereses temáticos...” 


Y sí, era potosino el autor del famoso poema El brindis del bohemio.

miércoles, marzo 17, 2010

La "Nota sobre el discurso" de Ferdinand de Saussure

"La lengua no se crea más que vislumbrando el discurso, pero, ¿qué separa el discurso de la lengua, o qué es lo que, en cierto momento, permite decir que la lengua entra en acción como discurso?
"Diversos discursos están ahí, dispuestos en la lengua (es decir, revestidos de una forma lingüística), tales como buey, lago, cielo, fuerte, rojo, triste, cinco, rajar, ver. ¿En qué momento o en virtud de qué operación, de qué juego que se establece entre ellos, de qué condiciones, esos conceptos formarán el discurso?
"La serie de palabras, por más rica que sea por las ideas que evoca, nunca indicará a un individuo humano que otro individuo, al pronunciarlas, quiera significarle algo. ¿Qué se necesita para que tengamos la idea de que se quiere significar algo al usar términos que están a la disposición en la lengua? Es la misma pregunta que la de saber qué es el discurso y, a primera vista, la respuesta es simple: el discurso consiste, de manera rudimentaria y por vías que ignoramos, en afirmar un lazo entre dos de los conceptos que se presentan revestidos de la forma lingüística, mientras que la lengua no hace más que realizar previamente conceptos aislados que esperan ser relacionados entre ellos para que haya significación de pensamiento".

Tomado de El discurso y sus espejos, de Luisa Puig (editora), misma quien se debe esta traducción. Un libro interesante y retador, editado por la UNAM y presentado en la reciente Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.

martes, marzo 16, 2010

par de decepciones

Este fin de semana vi "Zona de miedo" (The Hurt Locker), de Kathryn Bigelow, y "Alicia en el País de las Maravillas" (Alice in Wonderland), de Tim Burton. Apoyo que Avatar no se merecía el Oscar, pero no sé por qué le dieron un premio a otra tonta película de guerra estando entre las nominadas la genial "Sector 9" (District 9), de Neill Blomkamp, y "Malditos bastardos" (Inglourious Bastards), de Quentin Tarantino.

Sí, era políticamente correcto darle el premio por primera vez a una mujer, pero hubieran buscado un mejor pretexto.

En diversos foros ya se ha hablado mucho de la versión burtoniana del clásico de Lewis Carroll, y muchos blogueros mejor decidieron callar ante todo lo criticable de la película. Sólo diré que Burton hace su versión de Matrix en videojuego disneyano, y que la película de la ex de James Cameron llega a parecer interminable gracias al ausente guión. Desde el principio nos dice de qué se trata: "la guerra es una droga". Y ya.

Me quedo con las imágenes y la locura brindadas por Bigelow en "Días extraños" (Strange Days), malamente ignorada por la crítica, y de Burton se me hace que con "Marcianos al ataque!" (Mars Atacks!), otra guerra inventada pero sin mesías a la vista.



Lo bueno es que ya empezó la Muestra Internacional de Cine en el Teatro Alameda.

lunes, marzo 15, 2010

musement

 "Esta facultad es (…) de la naturaleza general del instinto, parecida a los instintos de los animales en que sobrepasa por mucho los poderes generales de nuestra razón y en que nos dirige como si estuviéramos en posesión de hechos que están completamente más allá de nuestros sentidos. Se parece también en su pequeño riesgo de error; pues aunque se equivoca más a menudo que acierta, sin embargo la relativa frecuencia con que acierta es en su conjunto la cosa más maravillosa de nuestra constitución".
Charles S. Peirce

A veces ocurre debajo de la regadera, a veces mirando al techo desde mi cama o sonriéndole a una fotografía; en ocasiones empiezo a leer y no sigo el libro que empecé sino que se disparan otras historias, pensamientos.

Pero casi siempre el juego se aclara justo cuando cierro los ojos para tratar de dormir: lo leído, lo vivido y lo imaginado se hermanan y las palabras arman el mundo que había pensado, las pistas adquieren coherencia, las intenciones quedan claras. Es el click.

Sucede que al levantarme por la mañana el orden no es tal, el cubo de rubik ya resuelto vuelve a su estado de desorden, por lo que a veces me levanto aunque me muera de sueño para anotar en la pared con plumón grueso otra frase en alguno de los ya pocos lugares disponibles. Otras noches, prefiero que el sueño cumpla su cometido y se funda con la iluminación interna o los recuerdos. No importa. La poesía ya se dio. Si llega al papel (o a la pantalla) será ganancia.

No sé si algún día pintaré las paredes para empezar de nuevo, o si me mudaré a otro lugar donde pueda plasmar nuevos sueños. Por lo pronto no sé cómo abrir los los ojos sin despertarme.

sábado, marzo 13, 2010

mentira y silencio

Interesante el libro La prohibición de mentir, de Sergio Pérez Cortés (Siglo veintiuno/UAM-I, 1998), donde hace una revisión histórica y filosófica de la mentira como pecado y como fenómeno lingüístico, como deshonor o estrategia política, analizada en todo con bases y con pulcritud.



Uno de los artículos que dieron pie al libro lo pueden encontrar picando aquí.

En el capítulo "La mentira vulnera la libertad y la autonomía", Pérez Cortés nos habla de dos formas de engaño: por comisión y por omisión. Ésta es el silencio, permitiendo que el otro se forme ideas falsas sin intervenir directamente. Ya aquí se ha discutido el tema del silencio como modalidad de la mentira, y es un tema apasionante. Explica el autor que "mentir introduce una sepración funesta entre la convicción y la expresión -muda o verbal". Y es que, dice, no se miente con la boca, sino con el corazón. Cito:

El engañador quiere decir lo falso, o quiere decir algo que cree que es verdadero, con la esperanza de que no se le crea. Si no recurre al silencio con frecuencia es porque éste le ofrece un menor control sobre el sentido, y él no desea que se crea lo que piensa, sino lo que dice. Pero él mismo ha retirado la confianza en lo dicho; sabe del artificio de su enunciado y no mantiene ninguna fe en lo que está expresando (cfr. san Agustín).

viernes, marzo 12, 2010

Como limpiar la casa...

"Se tira uno veinte años ganándose la vida con una cosa, y sigue discutiéndose en público si es a eso a lo que tendrías que dedicarte o si lo haces como es debido. Y hasta uno mismo duda. [...] ¿Qué pasaría si resultara que mis veinte años de literatura sólo son fruto de mi impotencia ante la compulsión de escribir, de mi sometimiento a una compulsión bajuna e insignificante que he dignificado con todos mis principios pero que, a fin de cuentas, no se distingue en mucho de lo que quiera que fuese obligaba a mi madre a pasarse cinco horas diarias limpiando la casa? ¿En qué quedo yo entonces?"

Philip Roth, "La lección de anatomía", Zuckerman desencadenado.
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miércoles, marzo 10, 2010

conferencia


Lo femenino en la literatura regional:
hacia algunas definiciones nada definitivas


En esta conferencia, que pretende acercarse a una charla, no se trata de hacer teorías de género a partir de la revisión de algunas autoras, o de definir las lecturas de sus textos como literatura femenina, sino de acercarnos a temas que se dan por hechos pero no tienen una definición cerrada: lo potosino, lo regional, lo femenino. Se proponen nombres e ideas de mujeres reales e imaginarias surgidas o avecindadas durante más o menos tiempo en nuestra región, poesía, personajes e historias en una literatura más allá del género. Por otra parte, ¿qué es la literatura regional? ¿Desde dónde se escribe y para quién? Se trata de literatura a secas, de una historia común, de letras, desde la fundación de la ciudad de San Luis Potosí hasta autoras contemporáneas.

Sala de conferencias del Instituto Potosino de Bellas Artes
miércoles 10 de marzo, 19:00 hrs.

martes, marzo 09, 2010

De piel y de papel*

Siempre fui un libro abierto para quien quiso leer en mí. 


Una institución educativa como ésta, en la que trabajo desde hace tantos años, donde se enseñan humanidades, debería ser un centro de apertura o, al menos, de tolerancia. No sé por qué tantas y tan malas reacciones se han suscitado a mi regreso de mi año sabático.

Total, no soy el primero que se pone unos pechos, por cierto, muy bien hechos. A este libro ya le hacía falta una nueva cubierta.

En los pasillos los doctores hacen corrillos y casi se ríen en mi cara. Los investigadores no se preocupan en disimular sus gestos y no faltó el que me mandó un mensaje electrónico con copia al correo de “todos” para manifestar su inconformidad ante lo que considera “la última incongruencia de un seudo mediador social, que pone en entredicho a nuestra institución”.

Sólo me queda suspirar, y asirme a la tabla a la que hace poco pude asirme. Mis compañeros nunca lo entenderán. Lo comprendo de los alumnos, que ya no saben si decirme doctor o doctora, aunque aún no ha concluido el proceso de cambio. Tengo entre las piernas el miembro que nunca he usado y me estorba más que si tuviera un largo cuerno de marfil en medio de la frente. Apenas me ha cambiado la voz y la barba ya no me crece. Lo que no me cabe en la cabeza es la reacción de mis colegas académicos. La mayoría, sociólogos, antropólogos, comunicólogos o historiadores, me han vuelto la espalda.

No se acostumbran a decirme Angélica.


* * *
Pero empecemos por el principio. Nací en la ciudad de México, tengo cuarenta años, mi nombre original fue Andrés Ramírez Ramírez y desde que me acuerdo nunca quise ser hombre. Aprendí a ser un niño que disimulaba sus gustos por los hombres, pero mi feminidad fue creciendo aunque sin los rasgos que debían acompañarme en mi mundo ideal y que enseñaban en la clase de educación sexual: ensanchamiento de la cadera, abultamiento de los senos, aparición del ciclo menstrual…

¡Cómo envidié los cambios de ánimo de mis compañeras!

Especialmente me acuerdo de los vestidos y peinados de Dulce, una amiguita a la que su mamá siempre le hacía trencitas. Mi cabello de indio, lacio y tieso, no me dejaba hacer las obras de arte que lucía Dulce. Sus calzoncitos de gatitos me hacían suspirar, mientras me tenía que conformar con usar trusas marca Trueno.

Me encantaba leer Alicia en el País de las Maravillas e imaginar que escapaba del mundo “normal” con mi vestido de olanes y mi cabello largo en busca de un conejo peludo y despistado. Algunas veces era Becky Tatcher, que esperaba a Tom, o Mariana, la novia del Tigre de la Malasia, que lo enamoró con el solo nombre.

Mi complexión robusta me permitió siempre tener un poco de tetas, que apretaba para ver si crecían, pero sin las aureolas que veía en las revistas y en la televisión. El pelo en mis tetillas me bajaba a la realidad al intentar masturbarme, y mi pene me estorbaba al sentir mi entrepierna, imaginando una bonita vagina con labios de flor.

Si los demás pensaban mi atracción por los hombres era porque era gay no me importó. Mi mamá y mi papá nunca me regañaron por hurtar ocasionalmente alguna prenda de Jenny, mi hermana menor o, más chico, por preferir jugar a la comidita que al fútbol. Nunca les dije nada y me sumergí en los estudios. Leía y leía. Me convertí yo mismo en un libro con el título y la portada equivocados. Como Humbert Humbert en versión trans, sublimé mi gusto por los jovencitos en las historias que leía, en el conocimiento del lenguaje, mientras llegaba mi turno de conocer a mi Dolores.

Terminé con facilidad, aunque sin excelentes calificaciones, la carrera y la maestría en letras hispanoamericanas. Mi tesis fue muy comentada: “Estudios de (tercer) género: homosexualidad en la literatura mexicana. El caso de Salvador Novo”. Mereció mención para publicación y los mil ejemplares que se tiraron tuvieron regular aceptación en este pueblo de tan pocos lectores. El mexicano lee apenas un libro al año, dicen las estadísticas oficiales. Si fue el mío algo bueno ha de ser.

Fue cuando entré a la institución educativa en la que hasta hoy laboro, con la promesa de obtener el doctorado y contribuir al engrandecimiento de las ciencias sociales mexicanas.


* * *

En la academia, situada en un terreno elevado que domina buena parte de la colonia, hay de todo, como en todas partes, pero nunca me imaginé que personas que a lo largo de su vida han pugnado contra la injusticia sean los más sexistas, y que quienes se asumen como defensores de la tolerancia resulten ser los que menos la practican.

Ahí está Efigenio, que fue de los presos políticos de 1968 y que con todo y su doble doctorado en humanidades a cada rato cuando paso suelta un “pinches putos”. O la maestra Juanita, que se ocupa de estudios de género pero cuando se trata de hablar sobre diversidad sexual arruga la nariz sin importarle quiénes estemos presentes.

Al principio me tocó compartir cubículo con Jaime, un macho muy macho, el auténtico prototipo del antropólogo: rubio entrecano, barbado y siempre vestido de camisa de manta y con huaraches. Hice buena amistad con él y con sus alumnas, que me confiaban todo, y me aceptaron como una más. Hablábamos de chicos, de ropa y de las clases. Fue una buena época. Estudiaba y transmitía conocimientos. ¿Qué más podía pedir?

Hasta que me ligué a su hermano. Ahí sí, ardió Troya. Jaime me echó a patadas del cubículo y nunca me volvió a hablar.

* * *

Fue entonces que conocí a Lucas, el corrector ideal para este viejo libro.

Ocurrió durante mis estudios del doctorado. Estaba por finalizar y asistí a una asesoría a la universidad. El estaba en el cubículo con mi asesor, el doctor Medina Mora. Cuando volteó a verme supe que era el perfecto Lolito, a pesar de que también tiene cuarenta años. Su mirada triste me recordó a la de Johny Deep y su sonrisa me pareció la más bella del mundo.

Amablemente, el doctor Medina nos presentó. Aparentando acomodar algunos papeles Lucas no se separó de nosotros mientras discutíamos detalles menores de mi tesis doctoral, que mi asesor alabó con demasiado entusiasmo.

Al salir, Lucas se ofreció a acompañarme, con el pretexto de preguntarme algunos detalles que le habían llamado la atención de mi texto. Le invité un café y pasamos horas y horas platicando de sus autores favoritos y de las teorías de Foucalt.

Me calló con un beso largo, suave. Lo único que lamenté fue no haberme rasurado y molestar sus finos labios con mis insensibles puas.

—Lucas, yo…

—Shh. Cállate. Disfruta porque es el principio. Lo supe cuando entraste a la oficina del doctor. ¿Quieres ser mi novia?

* * *

Así lo dijo, en femenino. Suspiré. ¿Por qué cuando hablamos de género todo se reduce a dos? Dicotómicos como somos los humanos todo tiene que ser blanco o negro, malo o bueno, moral o inmoral, masculino o femenino. Sabía, y lo confirmo ahora, que aunque llegara a ser mujer mi “hombría” me marcaría para siempre. Nada es tan sencillo como elegir entre dos caminos.

La plática con Lucas fluyó hasta en los momentos más cálidos. Noche tras noche de una titulación más allá del simple papel universitario.

—¿Cómo supiste?

—No lo supe, lo presentí. Eres el hombre más femenino que he conocido, pero no afeminado. He cogido con hombres muy hombres, con mujeres, con homosexuales. Tu mirada es la de una damisela que busca a su caballero. Nuestro goce puede ir más allá del sexo. Tú decide. Eres un ángel.

—Pero puedo ser Angélica.

* * *

La vida siguió, dividida en las juntas monótonas, mi investigación sobre autores de provincia que lucharon por su libertad sexual en comunidades puritanas y más juntas de trabajo para discutir nuestra validación académica. A esa monotonía se añadieron para sobrellevarla mis constantes visitas a la ciudad donde Lucas residía y mis consultas con el doctor que llevaría a cabo la operación de implante. Por primera vez mi sonrisa no fue falsa y mis guiños eran de alegría.

* * *

Y mi creación literaria, ¿cómo la clasificarán los críticos todopoderosos? Mucho se ha hablado de literatura femenina o juvenil, en géneros que no tienen nada que ver con el arte. Literatura femenina no será, pues si hoy soy Angélica antes no lo fui. Sé lo que es ser hombre y no me desentiendo de ello. Hoy soy feliz, me siento realizada, pero mis imágenes algo tienen de masculino. Literatura gay tampoco. Soy mujer, y así quiero ser, con todo lo que conlleva.

Este libro no quiere ser clasificado, es de piel y de papel, pero lo que importa es su contenido. Es poesía, y creo que así lo da a entender su dedicatoria:

“Con todas mis fuerzas, para Lucas”.


_ _ _

* Tercer lugar en el Concurso de Cuento Dorian 2005, que organiza la asociación Encuentros con el Arte, de Lima, Perú.

lunes, marzo 08, 2010

Poema para sanar

Para Jeanne K.


Aquí está mi mano, la de los poemas, la de las caricias, la del amor.

Aquí están mis ojos, esos que te miran con ternura.

Aquí están mis pensamientos como un ramillete de relámpagos
hechos todos de ti.

Aquí está mi corazón agobiado, sus lágrimas rojas.

Aquí está el poema que nace de mirarte dormir.

Aquí está mi historia, junto a ti, entre lo que soy y lo que he sido:
un Yo diverso.

Aquí está mi temor a Dios y mi confianza en Jesucristo.

Tómalo todo, si te sirve para sanar, si te sirve para ser feliz.

Y no es una dádiva: simplemente te estoy devolviendo los obsequios
que me hiciste.


Octavio César. Marzo de 2010.
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viernes, marzo 05, 2010

a las cosas por su nombre

Tomado de De la ficción o de por qué llamar a las cosas por su nombre, de Rodrigo Pardo Fernández, Diputación de Granada, 2009.

"La mayor parte de la literatura que se vende en las librerías o se puede consultar en una bibloteca es paja, papel reutilizable. Con los géneros, cada uno por separado, sucede lo mismo, novela negra, ciencia ficción, novela del oeste, rosa, erótica, de viajes. La diferencia radica en que, comúnmente, los géneros aparentan ser más populares: ediciones de bolsillo, portadas multicolores, más buscados como libros de culto, desechables, accesibles a un público poco conocedor de la culta literatura —¿y cómo establecemos su competencia?—, cuya comprensión y disfrute parece quedarse en la superficie y sólo en el entretenimiento, la evasión. Es decir, no se trata de un problema de calificativos sino de quehacer literario, alcances, búsquedas, trabajo y talento. Además, cuantitativamente los libros "de género" suelen venderse mejor y ser más leídos que la literatura seria, o la que podemos imaginar como tal; un punto más en su contra a los ojos de la crítica".

jueves, marzo 04, 2010

En El arte de la novela, de Milan Kundera

"Lo que nos dice Orwell pudo decirse igualmente (o quizá mucho mejor) en un ensayo o un panfleto".


* * *


"Si la novela debe desaparecer no es porque esté completamente agotada, sino porque se encuentra en un mundo que ya no es el suyo".


* * *


"El espíritu de la novela es el espíritu de la continuidad: cada obra es la respuesta a las obras precedentes, cada obra contiene toda la experiencia anterior de la novela. Pero el espíritu de nuestro tiempo se ha fijado en la actualidad".


* * *


"Que la vida es una trampa lo hemos sabido siempre: nacemos sin haberlo pedido, encerrados en un cuerpo que no hemos elegido y destinados a morir. En compensación, el espacio del mundo ofrece una permanente posibilidad de evasión".


* * *

"El poeta es un joven a quien su madre lleva a exhibirse frente a un mundo en el cual es incapaz de entrar".


* * *


"La ironía irrita. No porque se burle o ataque, sino porque nos priva de certezas revelando el mundo como una ambigüedad".


* * *


"Los libros se imprimen con caracteres cada vez más pequeños. Imagino el fin de la literatura: poco a poco, sin que nadie se dé cuenta, las letras disminuirán hasta hacerse completamente invisibles".




(Tusquets, México, 2009)

miércoles, marzo 03, 2010

Cansancio

—Oye, Virgilio, ¿no dijiste que el infierno sólo tiene nueve círculos?
—Cállate y sigue descendiendo.

martes, marzo 02, 2010

equis

Decir de alguien que "es muy equis" porque es muy gris, porque no se destaca, es darle demasiada importancia: la equis es una incógnita que necesitamos despejar en una ecuación.

En todo caso, sería un cero a la izquierda.

lunes, marzo 01, 2010

Carlos Montemayor (1947-2010)

Carlos Montemayor en El Colegio de San Luis (fotografía: Ernesto Zavaleta)


"La cultura es la solidez de los pueblos, la identidad de éstos. Esa cultura no la pueden manipular los medios informativos ni las campañas políticas. Hacia esa fuerza del país se engloba la ciencia, el arte, la identidad, nuestra historia, y deberíamos destinar, no diría más recursos, eso se da por sentado: deberíamos dedicarle más cuidado, más amor".



En La Jornada, 23 de noviembre de 2009.


“no hay idiomas y dialectos, ni lenguas superiores ni inferiores. Si no cultivamos nuestra cultura, estamos amputando nuestra historia, siguiendo corrientes educativas parciales, limitadas y políticamente orientadas hacia el rechazo de nuestro país”.




Venus rige a Libra

Dos minutos antes de que empiece el lunes leo al Arcipreste de Hita:

AQUÍ HABLA DE LA CONSTELACIÓN Y DEL PLANETA, EN QUE LOS HOMBRES NACEN...

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Los antiguos astrólogos dicen, en la ciencia
de la astrología, una cosa muy sabia:
que el hombre al nacer queda sentenciado,
según el signo en que nace.

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Que muchos nacen en Venus, y la mayor parte de su vida
se la pasan amando mujeres, cosa que no olvidan nunca:
pero también trabajan y se afanan sin medida
y los más no logran lo que más quieren.

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En este signo nací yo, según creo:
me esforcé siempre en servir a las dueñas que conocí,
les agradecí el bien que me hicieron,
pero serví a muchas de las cuáles nada obtuve.


¿Qué se obtiene en realidad?
Si el Arcipreste buscaba obtener algo errado estaba...

Terminó la FILPM 2010


Un edificio bello pero que ya no aguanta el paso y el peso de tantos visitantes, donde cada año se rompe el record de visitantes. Terminó la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, auspiciada por la Universidad Nacional Autónoma de México.

Como dijo Chava Flores, un hormiguero no tiene tanto animal. ¿Cómo es posible que con tanta gente y tantos libros el promedio siga siendo de 2.9 libros al año por persona?

Fui y vine. Volví a ir y ahora estoy de nuevo en el desierto. Aún no deshago la maleta pero anoto aquí algunas adquisiciones: Materia y forma en poesía, de Amado Alonso; Pnin, de Vladimir Nabokov; A la sombra de los deseos en flor, de Ana Clavel; El final de la novela, de Marco Kunz; Teoría del infierno y otros ensayos, de Salvador Elizondo; Del fistol a la linterna. Homenaje a José Tomás de Cuellar y Manuel Payno en el centenario de su muerte, 1994, de Margo Glantz (coord.); La prohibición de mentir, de Sergio Pérez Cortés; El discurso y sus espejos, de Luisa Puig (ed.); La cresta de la ola. Reinvenciones y digresiones de la contracultura en México, de Carlos Martínez Rentería (comp.); Híkuri, de José Vicente Anaya; Compendio de literatura comparada, dirigido por Pierre Brunel e Yves Chevrel; Hermenéutica y literatura, de Gerald Nyenhuis; Velos, de Jacques Derrida y Hèlene Cixous, y El arte de la novela, de Milan Kundera.

Además, tres libros de amigos que admiro: La increible hazaña de ser mexicano, de Heriberto Yépez; Rápidas variaciones de naturaleza desconocida, de Edilberto Aldán y La noche será negra y blanca, de Socorro Venegas.