—Lo siento, jefe, a petición de parte tiene que dejar esa hoja en blanco.
—¿Y eso?
—Derechos de autor, usted sabe.
—Pero... yo lo escribí...
—Pues sí, pero ya sabe: todo lo que escriba puede ser usado en su contra.
—Me reservo el derecho a proceder literariamente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario