sábado, junio 11, 2016

Fracaso

«La noción de fracaso es un detonante para comprender el devenir de la poesía y la literatura en los dos siglos que nos preceden. Pero también es un aliciente para ayudarnos a situar a los artistas y a los escritores en la periferia de un movimiento que carece de centro. Los medios masivos han desplazado a las artes y la literatura del centro que ocuparon en otro tiempo. Los escritores y los artistas plásticos realizan su obra a pesar de los dictados de la moda o de la corriente social imperante. Fracasan, en un sentido paradójico, cuando cumplen con el mandato de su vocación y dicen lo que tienen que decir a pesar de esa falta de equidad, de esa ausencia de reconocimiento o poder. El escritor desconoce la victoria cuando se pronuncia, a pesar incluso de que sus pronunciamientos tengan que ver con momentos históricos delicados o limítrofes, como serían los casos de La tierra baldía de Eliot o Esperando a Godot de Beckett. Y esa forma de fallo, o de errancia, se ha convertido literalmente en una forma de derrota.

»La trayectoria que sigue un barco desde que zarpa hasta que llega a su destino se conoce como derrota. Esa etimología se encuentra en el origen del poema de Mallarmé Un golpe de dados, donde el poeta se aboca a concatenar imágenes, sonidos y palabras en torno a la posible relación entre el azar y el destino; es decir, entre lo accidental y lo fijo, lo circunstancial y lo eterno. El poema de Mallarmé quedó trunco; sin embargo, una legión de escritores y de artistas que vinieron después, o que escribieron o pintaron antes de la emergencia del poema y la figura de Mallarmé, intuyeron, como él, que la belleza y la vida del hombre oscilan entre esos dos polos inciertos.»

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