jueves, julio 30, 2015

Acoso al profesor - Ricardo Moreno Castillo

«El profesor vive, día tras día, en el aula situaciones que impiden el normal desarrollo de la clase. Desde hace algún tiempo, la falta de disciplina y la violencia escolar se muestran como un fenómeno creciente en las aulas, lo que supone un desafío para el colectivo docente. Una serie de alumnos, fundamentalmente de primer y segundo ciclo de la ESO, con un total desinterés por adquirir conocimientos, acude a dase sin el material escolar y sin las tareas que se le han mandado, y se dedica a interrumpir al profesor y a los compañeros con comentarios fuera de lugar. Además, hacen ruido y desobedecen las nomas. Cuando el profesor les llama la atención, lo toman como un desafío y responden de forma violenta, llegando al insulto, la amenaza e incluso la agresión.

»Estas situaciones de tensión, repetidas día tras día, en varias aulas sucesivamente, conducen al profesor a un estado de estrés permanente, que desencadena cuadros patológicos, tanto físicos como mentales, que le obligan en algunos casos a pedir la baja laboral y en otros a sufrir cuadros de ansiedad y de depresión.»


martes, julio 28, 2015

Cuestión semántica

«Es una cuestión semántica... ¿Y si te dijera que loco es el que trabaja 50 horas a la semana en una oficina durante 50 años para que luego lo envíen a la mierda?... para acabar en algún asilo de ancianos, esperando morir antes de sufrir la indignidad de intentar llegar al retrete a tiempo. ¿No consideras que eso es estar loco?»



Con Air (Riesgo en el aire), uno de mis gustos culposos. Cuando la pasan en televisión no puedo resistir verla de nuevo. Como Duro de matar 1 y 3, como Destino final, como Lolita, como tantas.

sábado, julio 25, 2015

El Yo y el Otro en la novela - Ernesto Sabato

5. El mundo desde el yo. Desaparece la vieja y abstracta división entre el sujeto y el objeto. Y con ella el concepto de mundo y de paisaje tal como lo concebía el novelista de antes. Ese mundo y ese paisaje que, como el escenario en las obras de teatro, existía independientemente de los personajes y era algo así como la escenografía en que iban a representarse sus acciones y sentimientos. En la novela actual, o al menos en sus manifestaciones más representativas, la escena va surgiendo desde el sujeto, junto con sus estados de alma, con sus visiones, con sus sentimientos e ideas.


6. El Otro. Acaso porque, como decía Kierkegaard, alcanzamos la universalidad indagando nuestro propio yo, en virtud de esa dialéctica existencial, se empezó a advertir la existencia del Otro en la medida en que más el hombre parecía hundirse en sus propios abismos. Sea por lo que sea, nuestra época ha sido la del descubrimiento del Otro. Descubrimiento de trascendencia para el pensamiento, pero de mucho más importancia para la novela, ya que su misión es la de ocuparse del yo en su relación con las otras conciencias que lo rodean. De este modo, a la objetividad naturalista de un Balzac, o de la pura subjetividad de los románticos, también de estirpe naturalista, la ficción avanzó hacía la intersubjetividad, hacia una descripción de la realidad total desde los diferentes yos.»

lunes, julio 20, 2015

Libertad de expresión - Raoul Vaneigem

«Ningún secreto puede limitar la libertad de expresión en lo tocante al interés público. No existe la violación de un secreto de Estado, sólo el secreto de Estado viola el derecho imprescriptible del ciudadano a no ignorar nada de lo que le concierne y le implica. La gestión de los asuntos públicos no tiene que oponer secretos a los administrados puesto que éstos han de ser sus únicos beneficiarios.

»¿Por qué íbamos a admitir por más tiempo que una opacidad, deliberadamente mantenida, continúe amparando unas operaciones pensadas para embaucar a los ciudadanos? Los refugios de confidencialidad que sirven de cámara acorazada a los consorcios, a las corporaciones y a sus campañas de beneficios no tiene razón alguna para existir en una sociedad firmemente decidida a gestionar sus interes únicamente en beneficio de quienes la componen.

»Promover una gestión más honesta de los asuntos públicos o res publica es un acto ciudadano que no puede seguir tolerando por más tiempo las cajas negras, los acuerdos secretos, las maniobras de las grandes potencias financieras internacionales y sus delegaciones regionales, la banalización de las malversaciones y de los timos a los que los gobiernos sucesivos se dedican con ejemplar unanimidad... »

domingo, julio 12, 2015

Fragmentos de un discurso barthiano (2)




«Lo íntimo quiere hablar dentro de mí. Quiere hacer escuchar su grito ante las generalidades y la ciencia.

»Fuera de la literatura en sí (a decir verdad, estas distinciones están quedándose caducas), la lingüística acaba de proporcionar a la destrucción del Autor un instrumento analítico precioso, al mostrar que la enunciación en su totalidad es un proceso vacío que funciona a la perfección sin que sea necesario rellenarlo con las personas de sus interlocutores: lingüísticamente, el autor nunca es nada más que el que escribe, del mismo modo que yo no es otra cosa sino el que dice yo: el lenguaje conoce un sujeto, no una persona, y ese sujeto, vacío excepto en la propia enunciación, que es la que lo define, es suficiente para conseguir que el lenguaje semantenga en pie, es decir, para llegar a agotarlo por completo.

»Si fuera escritor, y muerto, cómo me gustaría que mi vida se redujese, gracias a un biógrafo amistoso y sin prejuicios, a unos detalles, a unos gustos, a algunas inflexiones: podríamos decir "biografemas", cuya distinción y movilidad podrían viajar libres de cualquier destino y llegar, como los átomos epicúreos, a cualquier cuerpo futuro, condenado a la misma dispersión, una vida horadada en suma, como Proust supo escribir la suya en la obra.

»La intrusión, en el discurso del ensayo, de una tercera persona que no remite, sin embargo, a ninguna criatura de ficción, marca la necesidad de remodelar los géneros: que el ensayo confiese ser casi una novela: una novela sin nombres propios.

»Al hablar no estoy seguro de que busco la palabra justa, busco más bien evitar la palabra estúpida. Pero como siento cierto remordimiento por renunciar demasiado pronto a la verdad, me atengo a la palabra mediana.

»Se es ensayista porque se es cerebral. Quisiera escribir cuentos, pero estoy paralizado ante las dificultades que tendría al buscar una escritura para expresarme. [...] Toda la vida me ha apasionado el modo en que los hombres se hacen su mundo inteligible.»

»En cuanto un hecho pasa a ser relatado, con fines intransitivos y no con la finalidad de actuar directamente sobre lo real, es decir, en definitiva, sin más función que el propio ejercicio del símbolo, se produce esa ruptura, la voz pierde su origen, el autor entra en su propia muerte, comienza la escritura.»

Más por acá:
Blog de Enrique Vila Matas: La muerte del autor, por Roland Barthes.





sábado, julio 11, 2015

Amicus Plato

Amicus Plato sed magis amica veritas
"Platón es mi amigo, pero la verdad me es más querida".

Antes que revisar hechos, analizar el sistema, proponer cambios, hay quienes gustan de linchar, de llevar agua a su molino, ningunear, anteponer intereses o fobias personales. Lo que pasa hoy en ciertas instituciones no es cualquier cosa, pero no se ven muchas intenciones de pensar en el bien común.

"Los grandes hombres hablan de ideas, los hombres promedio hablan de cosas, y los pequeños hombres hablan de otros hombres", escribió alguien.

Lo que vi y viví en una de esas instituciones, ya lo escribiré, sin prejuicios, en y a consciencia.

viernes, julio 10, 2015

El editor incomprendido: De Gabriel Zaid: sobre el plagio

"Nada glorioso, en cambio, es tomar un texto ajeno y firmarlo como propio. Es una confesión de impotencia. No hay mayor desgracia que el desdén de las musas, y se comprende que los desgraciados traten de consolarse con un maniquí al que le ponen lo que les gusta...

"Escribir algo notable y celebrado por algunos conocedores es tan afortunado que no hace falta mucho más: basta con una buena edición. Que no salgan reseñas (o sean tontas), que no se venda mucho o que no gane premios, no es para ponerse a llorar. Pero no hay que olvidar el interés público: la injusticia a los lectores por los fraudes y ninguneos..."
Gabriel Zaid: sobre el plagio

jueves, julio 09, 2015

Perlas de Murakami y otros autores para jóvenes escritores

"Cada vez que escribes, pregúntate: ¿Podría esta escena tener lugar en un globo de aire caliente? Si la respuesta es sí, entonces probablemente debería".
Haruki Murakami

"Cuando empecé a conseguir un poco de atención, historias publicadas aquí y allá, Don DeLillo me llevó aparte y me dio un consejo que terminó siendo muy importante para mí. Me dijo: 'George , si sigues irrumpiendo en mi casa para usar mi piscina, voy a tener que llamar a la policía'. Siempre he pensado que era muy sabio".
George Saunders

"Siempre estoy escribiendo. Cuando entro a la tienda, estoy escribiendo. Cuando hago la cena, estoy escribiendo. Incluso estoy escribiendo ahora. Estoy escribiendo una historia sobre la almeja más pequeña en el mar y su nombre es Peter y él es increíblemente grosero".
Karl Ove Knausgård


"Si un personaje que has esxrito parece tener vida, esto es antinatural y una abominación a los ojos de Dios. Como su autor, es tu deber destruirlo antes de que sea capaz de escapar y causar estragos insondables sobre el mundo. Y créeme, intentará escapar. Siempre lo hacen".
Jonathan Franzen

Tomado de Clickhole

martes, julio 07, 2015

Fragmentos de un discurso barthiano (1)

«Habitualmente, consideramos que la vida de un escritor debe informarnos sobre su obra; queremos encontrar una especie de causalidad entre las aventuras vividas y los episodios narrados, como si las unas produjesen a los otros; creemos que el trabajo del biógrafo autentifica la obra, que nos parece más "verdadera" si se nos muestra que ha sido vivida, de tan tenaz que es nuestro prejuicio de que el arte es en el fondo ilusión, y de que es preciso lastrarlo, cada vez que sea posible, con un poco de realidad, con un poco de contingencia.

»El narrador va a escribir, y este futuro lo mantiene en un orden de la existencia, no de la palabra; está encadenado a una psicología, no a una técnica. Marcel Proust, por el contrario, escribe; lucha con las categorías del lenguaje, no con las de la conducta. Perteneciendo al mundo referencial, la reminiscencia no puede ser directamente una unidad del discurso y lo que Proust necesita es un elemento propiamente poético (en el sentido que Jakobson da a esta palabra); pero también es necesario que ese rasgo lingüístico, como la reminiscencia, tenga el poder de constituir la esencia de objetos novelescos. Existe una clase de unidades verbales que posee, al más alto grado, ese poder constitutivo: es la clase de los nombres propios.

»El placer del Texto supone también una vuelta amistosa del autor. El autor que vuelve no es evidentemente el que han identificado nuestras instituciones […]; tampoco es el protagonista de una biografía. El autor que viene de su texto y va a nuestra vida no tiene unidad; es un simple plural de "encanto", el soporte de algunos detalles tenues, fuente de una fuerte luz novelesca, un canto discontinuo de amenidades en el que leemos la muerte con más seguridad que en la epopeya de un destino; no es una persona (civil, moral), es un cuerpo.

domingo, julio 05, 2015

Avidez por los relatos - Paul Auster

"La narrativa, sin embargo, se halla en una esfera un tanto diferente de las demás artes. Su medio es el lenguaje, y el lenguaje es algo que compartimos con los demás, común a todos nosotros. En cuanto aprendemos a hablar, empezamos a sentir avidez por los relatos. Los que seamos capaces de rememorar nuestra infancia recordaremos el ansia con que saboreábamos el cuento que nos contaban en la cama, el momento en que nuestro padre, o nuestra madre, se sentaba en la penumbra junto a nosotros con un libro y nos leía un cuento de hadas. Los que somos padres no tendremos dificultad en evocar la embelesada atención en los ojos de nuestros hijos cuando les leíamos un cuento. ¿A qué se debe ese ferviente deseo de escuchar? Los cuentos de hadas suelen ser crueles y violentos, describen decapitaciones, canibalismo, transformaciones grotescas y encantamientos maléficos. Cualquiera pensaría que esos elementos llenarían de espanto a un crío; pero lo que el niño experimenta a través de esos cuentos es precisamente un encuentro fortuito con sus propios miedos y angustias interiores, en un entorno en el que está perfectamente a salvo y protegido. Tal es la magia de los relatos: pueden transportarnos a las profundidades del infierno, pero en realidad son inofensivos".

sábado, julio 04, 2015

Hugo Gola (1927-2015)

Para leer en voz baja:

Cuando cierro los ojos
y no veo la calle
es cuando mejor la veo

Cuando caen mis brazos
y mis manos se duermen
es cuando palpo mejor
la corteza de los árboles

¿Es posible que sólo
cuando me arrase la muerte
alcance a descifrar
el ardiente y oscuro fuego de la vida?


Para leer en voz alta:

Sólo sonidos sordos
silentes
silbantes
salvajes
sucesivamente ciertos
suelen subir
o someterse
sostener situaciones
cifras
sitios
soledades
son la sola certeza
soslayan simulación
y servidumbre
sonido soberano
selva sinuosa
suspendida en el cielo
suave soporte
solar sacrificado
de un sol secreto.

viernes, julio 03, 2015

Inquietud

"¿Por qué nos inquieta que el mapa esté incluido en el mapa y las mil y una noches en el libro de Las mil y una noches? ¿Por qué nos inquieta que Don Quijote sea lector del Quijote, y Hamlet, espectador de Hamlet? Creo haber dado con la causa: tales inversiones sugieren que si los caracteres de una ficción pueden ser lectores o espectadores, nosotros, sus lectores o espectadores, podemos ser ficticios. En 1833, Carlyle observó que la historia universal es un infinito libro sagrado que todos los hombres escriben y leen y tratan de entender, y en el que también los escriben".

Jorge Luis Borges, Otras inquisiciones


jueves, julio 02, 2015

Cultura del copy-paste

Fuente: Alejandro Miranda Montecinos, Plagio y ética de la investigación científica,
Revista Chilena de Derecho, vol. 40 no. 2, Santiago, ago. 2013

A pesar de que se trata de una práctica que ha existido a lo largo de toda la historia, hoy en día concurren ciertas condiciones que hacen del plagio un problema especialmente apremiante. Parece claro que la principal de estas condiciones tiene que ver con el acceso a Internet y la consiguiente posibilidad de obtener grandes cantidades de información en formatos fácilmente reproducibles. Esto ha dado lugar al surgimiento de una cultura del copy-paste –la denominación informática del plagio–, que se empieza a desarrollar, casi sin conciencia, en la etapa escolar, y luego se extiende, ya en forma de hábito, a la vida universitaria.

Pero también hay razones adicionales que explican el aumento del plagio en el nivel de los investigadores profesionales: el incremento en las exigencias del trabajo científico pone sobre ellos la necesidad de publicar la mayor cantidad de trabajos en el menor tiempo posible (lo que los anglosajones han denominado síndrome publish or perish), por lo que muchos se ven tentados simplemente a reproducir pensamientos ajenos, sin respetar adecuadamente la autoría sobre las ideas. Un ejemplo conocido es el caso del Dr. Slutsky de la Universidad de California San Diego, que publicó 137 artículos en 7 años, es decir, publicó a una razón de 1 artículo por cada 13 días laborales. Llevados los antecedentes a una comisión investigadora –por la tasa sorprendente de productividad académica del Dr. Slutsky–, se comprobó que el 56% de los trabajos eran de dudosa validez y el 9% eran derechamente fraudulentos.

Esta expansión del fenómeno del plagio ha sido constatada también por las encuestas: en una encuesta realizada en México a un grupo de académicos y científicos se determinó que el plagio está entre los tres problemas éticos que se perciben como más frecuentes o habituales en la comunidad científica (los otros dos son la falta de rigor científico y el fraude).

miércoles, julio 01, 2015

Scripturire - Roland Barthes

El “Querer-Escribir”= actitud, pulsión, deseo, no sé: mal estudiado, mal definido, mal situado. Está bien sugerido por el hecho de que no existe una poalabra en la lengua para esas “ganas”, o más bien, excepción sabrosa, existe una, pero en el bajo latín decadente: scripturire, registrada una sola vez por Sidonio Apolinar, obispo de Clermont-Ferrand (siglo V), que defendió Clermont contra los visigodos (importante obra poética).

Quiero decir que, puesto que existe una palabra en una lengua, aunque sea una vez, es que falta en todas las demás. ¿Por qué? Sin duda, porque es muy minoritaria; o quizá, de manera más retorcida, porque pulsión y actividad, aquí, están en una relación autonímica: el querer-escribir pertenece únicamente al discurso del que ha escrito, o no es recibido sino como discurso del que ha logrado escribir. Decir que se quiere escribir: ésa es la materia misma de la escritura; por ende, sólo las obras literarias dan testimonio del querer-escribir, y no los discursos científicos. Se trata quizá de una definición tópica de la escritura (de la literatura) opuesta a la Ciencia: orden del saber donde el producto no es distinto de la producción, de la práctica de la pulsión (por eso, pertenece a una erótica). O también: escribir no es plenamente escribir sino cuando se renuncia al metalenguaje; querer-escribir sólo puede decirse en la lengua del Escribir: es la autonimia de laque hablaba. 

Sería bueno que, un día, se hiciera un relevamiento de las obras del querer-escribir (del scripturire): pienso, entre otros, en Rilke, Cartas a un joven poeta. Pienso —pero, ¿es ésa la palabra?— en Proust, pues el scripturire tiene su Suma, su Monumento: En busca del tiempo perdido. Proust escribió la gesta —y también el gesto— del querer-escribir. Volveré sin duda a la estructura de esta gesta, pues se trata de un verdadero Relato —el único gran Relato que sigue En busca del tiempo perdido, de uno a otro extremo—, o incluso de un Mito, con búsqueda de fracasos sucesivos, pruebas (el mundo, el amor) y victoria final. No olvidemos: la prueba de que En busca del tiempo perdido es el relato del querer-escribir reside en esta paradoja: se supone que el libro comienza al final, cuando ya está escrito (demostración deslumbrante de la autinimia que define el querer-escribir y el escribir).

Se puede ir más lejos: todo relato mítico relata (pone en relato) que la muerte sirve para algo. Para Proust, escribir sirve para salvar, para vencer a la Muerte: no la propia, sino la de los que se ama, dando testimonio por ellos, perpetuándolos, erigiéndolos fuera de la no-memoria. Es por ello que hay muchos personajes en En busca del tiempo perdido (orden de Relato), pero hay una sola Figura (que no es un persona): la Madre, Abuela, la que justifica la escritura, porque la escritura la justifica. Proust está completamente aparte del mundo literario: especie de Héroe no heroico, en quien se reconoce a aquel que quiere escribir.

Roland Barthes, La preparación de la novela.