Tomado de: Historia del comer. Lazo social y tradición cultural, de Lucía Rossi
«En ocasiones, como en la vida, la comida se convierte en auténtico protagonista de la historia como ocurre en banquetes y atiborramientos. La celebración pantagruélica no en balde es de origen literario. Este protagonismo de la comida hace que se muestre ostensiblemente y que como tal se relacione con la literatura erótica como otra exhibición más de los placeres humanos. En el caso del canibalismo, deseo alimenticio y erótico se unen. La comida excita y también calma los dolores y sufrimientos de los personajes, así que los ayuda a unirse y fundirse. Igualmente, la comida es el origen del terror y el sufrimiento (ser comido, pasar hambre).
De las literaturas en que la comida tiene mayor protagonismo no podemos negar que destaca la infantil, donde la comida no sólo toma un protagonismo absoluto en muchas obras, sino que llega hasta el título y se lo apropia, mientras que las pocas veces -comparativamente- que ocurre esto en la literatura para adultos, las palabras relacionadas con la comida o la cocina suelen tener un tono simbólico y el porcentaje de aparición es mucho menor.»
Tomado de Introducción a las relaciones entre Cocina y Literatura (un artículo para abrir boca), de Miguel Calvillo Jurado
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