miércoles, octubre 30, 2013

Soundtrack para el Día de Muertos

1. Doscientos huesos y un collar de calaveras, de Enrique Bunbury;
2. Mátenme porque me muero, de Caifanes;
3. No es serio este cementerio, de Mecano;
4. Annabel Lee, de Radio Futura;
5. Contigo, de Joaquín Sabina;
6. Canción para mi muerte, de Charly García;

7. Stirb nicht vor mir (no mueras antes que yo), de Rammstein;
8. The end, de The Doors;
9. Magician, de Lou Reed;
10. Tears on heaven, de Eric Clapton;
11. Breathe no more, de Evanescence;
12. Goodnight, travel well, de The Killers;

13. Let the sunshine in, de la película Hair;
14. Ding dong, the witch is dead, de El mago de Oz;
15. The show must go on, de Queen;

16. Que se mueran los feos, de Los Xochimilcas.
17. Juárez, también con Los Xochimilcas;
18. La calaca flaca, de Óscar Chávez;
19. La calaca, de Botellita de Jerez;
20. La Martiniana, con Radaid;
21. La muerte chiquita, de Café Tacuba;

22. O vira, con Secos e Molhados;
23. Tu maldición, del maese Jaime López;
24. ¿Qué chingaos!, de La Cuca;

(del 31 de octubre al 2 de noviembre andaremos en
Muerte y arte en San Luis Potosí (y, obvio, más allá)
por si ocupan o andaban con el pendiente

martes, octubre 29, 2013

Página 42: El coleccionista (John Fowles)

Sé que está pasado de moda decir que amas a una mujer, y no había sido mi intención decírselo de esa forma. En mis fantasías, cuando decía aquello los dos nos mirábamos mucho tiempo a los ojos y luego nos besábamos y no se decía nada hasta mucho tiempo después. Un tipo llamado Nobby del PARC, para el que las mujeres no tenían secretos, siempre decía que no había que decirle a una mujeres que la amabas. Aunque fuera cierto. Si se decía te amo había que decirlo en broma... aseguraba que ese tipo de cosas las volvía locas y las hacía ir detrás de uno. Había que ponérselo difícil. Me fastidiaba la situación porque ya me había dicho a mí mismo un millón de veces que no tenía que decirle que la amaba, que tenía que esperar a que el amor surgiera con naturalidad por ambas partes. El problema es que cuando la tenía delante la cabeza me daba vueltas y muchas veces decía cosas que no quería decir.

domingo, octubre 27, 2013

Lou Reed & Metallica - Dragon (Live in Germany)



La calaca debería tomarse  de descanso unos días, para poder preparar con tiempo nuestros altares del día de muertos. Que si muchos se volvieron expertos en Lou Reed hoy que murió, que si la mayoría son posers o seudofans, que si por cliché, por que si buscaron de última hora en wikipedia o en youtube, que si ya tenía 71 años...  En las redes sociales todo pasa. Las muertes verdaderas se asumen como hoaxes y viceversa. Igual que en todas las artes y todos los quehaceres, las discusiones de cómo alguien puede asumirse como crítico de música si nunca ha tocado o, peor, nunca ha escrito una melodía, se repiten hasta la saciedad, en todos los órdenes (por algo tenemos tantos directores técnicos de la selección mexicana de futbol). Que muchos sentimos la muerte de este rockero, sí; que muchos lo buscaron para saber quién fue pues no sabían que existía, vale. Si la muerte es el pretexto, aprovechemos, que lo aproveche alguien: compartamos mientras se pueda, que a veces no hay otro día para enterarnos de que existe la magia.

sábado, octubre 26, 2013

La Cucaracha - Leningrad Cowboys



Para ir poniéndonos en ambiente, Los Vaqueros de Leningrado a la mexicana (¿?)
Les recordamos que recibimos material para Muerte y arte en la literatura potosina (y más allá) hasta el 30 de octubre. El material aceptado se publicará del 31 de octubre al 2 de noviembre.

viernes, octubre 25, 2013

Menos dos alas - Joaquín Sabina (para Ángel Gonzalez)

Todo amor es efímero

Ninguna era tan bella como tú
durante aquel fugaz momento en que te amaba:
                                                        mi vida entera.






De Sabina para González.

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Un apunte, a propósito:

miércoles, octubre 23, 2013

Página 42: El libro del desasosiego (Fernando Pessoa)


"En ojos que no miran, sospecho burlas que encuentro naturales, dirigidas contra la excepción inelegante que soy entre un montón de gente que hace y goza; y en el fondo supuesto de fisonomías que pasan, carcajada de la tímida gesticulación de mi vida, una conciencia de ella que sobrepongo e interpongo. En vano, después de pensar esto, procuro convencerme de que de mí, y sólo de mí, la idea de la burla y del oprobio sutil parte y chorrea. No puedo ya llamar a mí la imagen del verme ridículo, una vez objetivado en los demás. Me siento, de repente, sofocar y dudar en una estufa de mofas y enemistades. Todos me apuntan con el dedo desde el fondo de sus almas. Me lapidan con alegres y desdeñosas burlas todos los que pasan junto a mí. Camino entre fantasmas enemigos que mi imaginación enferma ha imaginado y localizado en personas reales. Todo me abofetea y escarnece. Y a veces, en pleno en medio de la calle —inobservado, al final—, me paro, dudo, busco algo así como una súbita nueva dimensión, una puerta hacia el interior del espacio, donde huir sin demora de mi conciencia de los demás, de mi intuición demasiado objetivada de la realidad de las vivas almas ajenas.

"¿Será que mi costumbre de colocarme en el alma de los demás me lleva a verme como me ven los demás, o me verían si se fijasen en mí? Sí. Y una vez que me doy cuenta de cómo sentirían respecto a mí si me conociesen, es como si lo sintiesen de verdad, lo estuviesen sintiendo, y sintiéndolo, expresándolo en aquel momento. Convivir con los otros es una tortura para mí. Y tengo a los otros en mí. Incluso lejos de ellos, estoy forzado a su convivencia. Solo, me rodean multitudes. No tengo hacia dónde huir, a no ser que huya de mí..."

lunes, octubre 21, 2013

A propósito de una película dominguera


Constantine es una película de 2005, basada en la historieta Hellblazer. La vi de nuevo en televisión abierta. Sí, otra vez, hay películas que no puedo evitar ver cuando las pasan en la tele, así tenga el dvd. El diálogo de Lucifer con el protagonista, o el de éste con el andrógino arcángel Gabriel, bajo su pie, son muy reales, tan reales como este infierno que habitamos todos los días, Calvino dixit. Y se relaciona con la entrada anterior en este blog, con un libro de ensayos sobre mitología que estoy leyendo (que luego compartiré, of course), y con el Fausto, de Goethe —artista que se trasciende, fascinante, sabio como al que en verdad nada humano le es ajeno, aunque a veces le sea extraño—, que está en la lista de mis relecturas. Me gustan de esta película, y de otros textos, los diálogos, la apuesta, el juego entre seres o mentes. Los paisajes oníricos, el vuelo. Disfruto los enfrentamientos entre ángeles y demonios, en la ficción y en la vida real, cuando hay honor, amor e inteligencia. La interacción entre mundos opuestos. Siempre hay posibilidad de perder, pero ya pocas veces se nos presenta la oportunidad de confrontarnos mediante la palabra, de presentar argumentos, reconocernos, de jugarnos el alma con una sonrisa. 

Dice Giovanni Papini sobre el diablo: "Es necesario que alguien le tienda la mano y reavive su espíritu y ese alguien no puede ser Dios. Pero este alguien, que en el lenguaje humano se llama hombre, no sabe o no recuerda o no quiere. Debía ser el salvador de Satanás y se ha convertido en su siervo: lo ayuda a permanecer donde está, en el fondo sin fondo de la soledad..."

Coincidencias, casualidad, las lecturas cruzadas (películas, blogs, libros, tuits, música) llegan sin pensarlo pero, como el escribir, quizá surjan del deseo, inconfesable o no, de ese algo que nos hermana en la condena o la salvación, como si quisiéramos un pacto. Hay quien abre sus alas en medio de la tormenta. Y antes de soñar, de dejarme llevar, releo sonriente —a pesar de un intenso dolor de cabeza—, un fragmento inicial del Fausto:

Mefistófeles: "Ya que de nuevo te llegas acá, Señor, y preguntas cómo andan las cosas entre nosotros, y ya que en otro tiempo solías verme con agrado, aquí me ves también entre la servidumbre. Perdona, yo no sé expresarme con palabras altisonantes, aunque me escarnezca el coro entero. Mi jerigonza te movería ciertamente a risa, si no hubieras perdido la costumbre de reírte. Nada puedo decir del sol ni de los mundos, no veo más que una casa: la miseria del hombre. El pequeño dios de mundo es siempre de la misma calaña y tan extravagante como en el primer día. Un poco mejor viviera si no le hubieses dado ese vislumbre de la luz celeste a la que da el nombre de Razón y que no utiliza sino para ser más bestial que las bestias todas. Me parece, con perdón de vuestra Señoría, una de esas langostas de largas patas, que siempre vuelan y saltan al volar, sin que por ello dejen de entonar su antiguo cantar en la hierba. ¡Si tan sólo se quedara para siempre en la hierba! ¡Pero no, le es preciso meter la nariz en todo lugar!
Y tras la apuesta:
El Señor: "Puedes aparecerte, pues, también a tu albedrío. Jamás odié a tus semejantes; de todos los Espíritus que niegan, el burlón es el que menos me molesta. Harto fácilmente puede rajarse la actividad del hombre, y éste no tarda en aficionarse al reposo absoluto. Por esta razón le doy gustoso un compañero que, debiendo obrar como diablo, le incite y ejerza influencia sobre él..." 
Mefistófeles (solo): "De tiempo en tiempo pláceme ver al Viejo, y me guardo bien de romper con Él. Muy linda cosa es, por parte de todo un gran Señor, el hablar tan humanamente con el diablo..."


Y suscribo. Todos los textos tienen una letra pequeña que casi nadie lee.

¿Dónde hay que firmar?

domingo, octubre 20, 2013

Página 42: Teoría del infierno y otros ensayos (Salvador Elizondo)

"Este Ángel, que ahora se ha convertido en Diablo, es mi amigo particular: frecuentemente leemos la Biblia juntos en su sentido infernal o diabólico que los hombres habrán de conocer si se comportan bien...
Por el mismo procedimiento por el que Blake confiere al Diablo la paridad absoluta con Dios, le quita también mucha de la solemnidad heroica con la que su compatriota Milton le había investido.

[…] Se vulgariza en la literatura de este periodo la noción muy importante de que es posible "invocar al Diablo". La literatura en que se describen tales tentativas prolifera en todos los modos de la novela hasta lo que es posiblemente la instauración por la literatura del único mito post-homérico: la leyenda del Doctor Fausto, el hombre que, por la ciencia, puede invocar al Diablo".

jueves, octubre 17, 2013

La escritura - Ernesto Lumbreras

(el furor)

Pasé la noche sin decirte nada.
Bueno, te dije: niebla en el jardín,
queriéndote decir: aquí las nubes
pesan mucho, mejor pedir un toro
en un campo de trébol.
Sí, mejor
prender fuego a tu casa cuando vuelvo
de la resurrección o del otoño.


(campo de trébol)

Un dolor incandescente cae en tu arroyo zarco. La herida es también un pensamiento. Duele así tu escritura: sol sobre la hierba donde una flor asoma. Quien se mira en tu sangre es el otoño. Yo deseo la luz muerta de una herradura bajo el agua.


(el misterio)
Yo no tenía palabras que ofrecerte.
Tenía sí, un jarrón chino con rosas,
la alegría de un bosque sin senderos,
mucho sol en los ojos y un deseo
como de pisar lumbre.
Me pesaba
tu hablar sin santo, sórdido, con pájaros
saqueando un granero de cebada,
día y noche, hasta su última semilla.
Me faltaban vocales para verte
correr tras el invierno.

lunes, octubre 14, 2013

"Oneiros, el dios del sueño..."

Oneiros, el dios del sueño, me ha inspirado una novela que brota de mí, ataviada con los más vivos colores; el tomo primero lo tengo casi terminado. El librito se llama Los elixires del diablo (papeles póstumos del padre Medardo, un capuchino). Se trata, nada menos, que de mostrar a plena luz, a través de la vida rara y tortuosa del hombre sometido desde su nacimiento a la acción de fuerzas celestiales y demoniacas, los lazos misteriosos entre el espíritu humano y todos los principios superiores que, disimulados en la naturaleza, no se manifiestan sino por ese relámpago deslumbrante al que solemos llamar casualidad. E.T.A. Hoffman

"En un ensayo publicado en 1919, Sigmund Freud desarrolló el concepto de lo unheimlich a partir del análisis de dos obras de Hoffmann: el cuento "El hombre de arena" y la novela Los elixires del diablo. Los traductores siempre han tenido problemas a la hora de encontrar un vocablo equivalente para la palabra alemana. Lo unheimlich ha sido traducido sucesivamente como "lo ominoso" o "lo siniestro", y más recientemente como "inquietante extrañeza", sin que ninguno de esos términos abarque completamente la dualidad del concepto original. Freud habla de lo unheimlich como opuesto directo de heimlich, término que no es unívoco porque significa tanto lo secreto o lo escondido como lo familiar. En la misma palabra heimlich lo familiar y lo íntimo pueden invertirse en sus contrarios y alcanzar así el sentido opuesto de "inquietante extrañeza" (junto con otros sentidos a los cuales se debe también agregar "lo horroroso") que contiene unheimlich. Esta inmanencia de lo extraño en lo familiar era considerada por Freud como la prueba etimológica de su hipótesis psicoanalítica, según la cual la inquietante extrañeza es una variedad particular de lo terrorífico que se remonta a aquello que es conocido y familiar desde hace mucho tiempo "y que sólo se tornó extraño mediante el proceso de su represión"(S. Freud)."

Cuento "El hombre de arena", en Ciudad Seva.
Ensayo sobre Los elixires del diablo en Letralia.

sábado, octubre 12, 2013

Página 42: Las diecinueve tragedias (Eurípides)

"Hoy hemos cambiado a una vida mucho más feliz... ¡Cómo negar podría que soy dichoso?

Entra al Palacio con Alcestes.

Coro. —Muchas formas de obrar tienen los númenes y los dioses producen hechos inauditos. Lo que esperamos jamás se realiza y hay un dios que realiza lo inesperado. Es esto para toda esta acción dramática."

(Alcestes)

jueves, octubre 10, 2013

Ediciones Morbo: ya a la venta en SLP


Viaje de Gorilas, de Ernesto Carrión; 
Numerosas bandas, de Ernesto Lumbreras;
La vida desnuda de los enemigos, de Renato Sales Heredia; 
Cabeza de ébano, de Rodolfo Häsler y
Revista Morbo número 9 ("Chilangos vs. provincianos") 
(con ensayito de este bloguero).

Informes aquí.

miércoles, octubre 09, 2013

Página 42: El beso de la mujer araña (Manuel Puig)

—Que me da lástima porque me encariñé con los personajes. Y ahora se terminó, y es como si estuvieran muertos.

—Al final, Valentín, vos también tenés tu corazoncito.

—Por algún lado tiene que salir... la debilidad, quiero decir.

—No es debilidad, che.

—Es curioso que uno no puede estar sin encariñarse con algo... Es... como si la mente segregara sentimiento, sin parar...

—¿Vos creés?

—... lo mismo que el estómago segrega jugo para digerir.

—¿Te parece?

—Sí, como una canilla mal cerrada. Y esas gotas van cayendo sobre cualquier cosa, no se las puede atajar.

martes, octubre 08, 2013

El que esté libro de pecado...

En México, según la última encuesta nacional de lectura, 56.4 % de de la población dice que "lee libros", pero 85 % de los mexicanos en realidad no lee ni siquiera un libro al año. La Unesco asegura que solamente el 2.8 % de la población de nuestro país tiene un real hábito de la lectura. De estos, 23.3 % prefiere las novelas y 19.7% los textos de superación personal. Y otro dato: los lectores ya "no son capaces de dedicar más de 20 minutos completos a la lectura o a escuchar una ponencia... ¡qué espantosa sería la literatura si el teléfono móvil hubiera existido siempre!"

"Una persona que lee es más crítica consigo misma y con la sociedad en la que vive. Una sociedad en que se lee es más exigente y por lo tanto tiene más capacidad para progresar".

Con razón tanta sinrazón.

¿Y si traduzco mis libros al islandés?

(Más en La jornada, en de10 y en FundaciónUnam)

domingo, octubre 06, 2013

Pegaso suele ir al paso... (Gustave Flaubert)

“Lo que alimenta no son las grandes cenas ni las grandes orgías, sino un régimen continuo, sostenido. Trabaja pacientemente todos los días el mismo número de horas. Acostúmbrate a llevar una vida tranquila y estudiosa; ante todo verás que tiene un gran encanto y te dará fuerza. Yo también tuve la manía de pasar noches en blanco, solo sirve para agotarte. Hay que desconfiar de todo lo que se parezca a la inspiración y que a menudo no es más que una idea preconcebida y una exaltación ficticia que uno se infunde voluntariamente y no ha llegado por sí misma. Además no se vive de la inspiración. Más que galopar, Pegaso suele ir al paso. El talento consiste en saber llevarlo al aire que uno quiere, pero para eso no debemos forzar sus facultades, como se dice en equitación. Hay que leer, meditar mucho, pensar siempre en el estilo y escribir lo menos posible”.

(cartas)

sábado, octubre 05, 2013

101010 (o "de un asterisco al sentido de la vida, del universo y todo lo demás")

Axrq leyó que 42 traducido al lenguaje binario es 101010, y que por esa simetría es hermoso para mucha gente que suele trabajar con números en lugar de con letras. Suspiró. Puesto en años y en una evaluación rigurosa de sí, no le parecía hermoso. Hasta hace unas horas AxRq recordó que 42 es la respuesta "al sentido de la vida, del universo y de todo lo demás", según Douglas Adams, quien a veces decía que el uso de 42 en La guía del viajero intergaláctico era mero azar, una ocurrencia, y alguna otra vez dijo que era "el más divertido de los números de dos dígitos".

No viajará al espacio pero puede escribirlo. 42 es el número atómico del molidbeno, un metal de transición, uno de los que se fusionan a más alta temperatura. Se descompone en los números primos 2, 3 y 7, y aunque en sistema ASCII no pasa de ser representado por un asterisco (caracter comodín) en Facebook tiene su propio emoticono ( :42: )

Sonríe al ver que 42 es el último de la serie de números de la serie Lost (cierto, tanto que se especuló al respecto) y hasta hay un capítulo de Doctor Who que así se llama, se recrea, fanático friki de algunas series. AxRq lee en inglés que en Japón el 42 se considera de mala suerte porque su pronunciación "shi ni" (cuatro dos) suena como la frase "hasta la muerte" y en la Kabala es el número con que Dios creó el universo. Son 42 las generaciones de la familia de Cristo manifestadas por Mateo, y esos son los meses en los cuales, según Juan, la Bestia dominará la tierra.

Lewis Carroll, matemático y escritor, uno de sus favoritos, también tuvo sus queveres con el número de dos cifras: son 42 las ilustraciones de Alicia en el País de las Maravillas, 4207 caballos apoyan a Humpty Dumpty y la 42 es la regla más antigua del reino (¿Cómo puede ser la más antigua?, se pregunta Alicia): "Todas las personas de más de una milla de altura deben abandonar la corte". En La caza del snark dice: "El panadero tenía cuarenta y dos cajas, todas empaquetadas cuidadosamente, con su nombre pintado claramente en cada una". Y en A través del espejo, la Reina Blanca confiesa su edad como "ciento un años, cinco meses y un día", es decir, 37 044 días. Si la Reina de Corazones tuviera la misma edad, dicen los que saben, el total es 74 088 días, lo cual es 42 x 42 x 42. "Algunos comentaristas han afirmado que esto es deliberado por parte de Carroll", dicen en Wikipedia. Pudiera ser, digo yo.


Pretextos númericos, literarios y verbales para dar gracias, para creer que empieza algo bueno, para buscarle algo de sentido a estos días en que tantas cosas y casos parecen incongruentes. Lo escribe, lo siente. Está inspirado, hasta eso. Con amor y sin dinero. Con ganas de algunos trucos. No hay magia si no agudizamos nuestra percepción.



Y así, en este espíritu de magia, de amor, se toma un vaso de anís, oye a Moby en vivo en el teatro Fonda y comparte el hallazgo bibliomántico en la página 42 de uno de sus libros favoritos, Pálido fuego, de Vladimir Nabokov: 

El tiempo significa sucesión, y la sucesión, cambio:
la eternidad debe, pues, perturbar
los horarios del sentimiento...

Y si no existe qué. Y si narra una historia en tercera persona no le importa. El que sea narrador omnisciente que tire la primera piedra. Se va a dormir, un poco ebrio, con la idea de que ya escribió una sonrisa.

Me acostumbro a envejecer - Nazim Hikmet

Me acostumbro a envejecer, es el oficio más difícil del mundo,
llamar a las puertas por última vez,
la separación para siempre.
Horas que corréis, corréis, corréis...
Trato de comprender a costa de dejar de creer.
Te iba a decir una palabra pero no pude.
En mi mundo el sabor de un pitillo por la mañana
con el estómago vacío.
La muerte antes de llegar me envió su soledad.
Envidio a los que no se dan cuenta de que envejecen,
                                                                 tan ocupados están con sus cosas.

jueves, octubre 03, 2013

Se alquilan lectores (al menos uno)

Cuando ví que en Los Ángeles alquilan fans para actores en ascenso, decidí emular el negocio:

Me alquilo como fan, es decir, lector, de escritores en ascenso, estabilidad o declive. Al servicio de la comunidad y en busca de la papa. Total, ¿para qué escribir —díjeme yo— si ya hay tantos que suelen decir casi lo mismo y a veces hasta más mejor? La edición parece que va en declive cuando cualquiera publica sin conocer el uso de la coma, o cree que gerundiando se ve más nais. Hay quienes se están preparando para la posteridad y yo ni pal postre tengo. En lugar de apurarme por pasar en limpio mis ideas cochinas, debería apoyar el talento que disfrutan otros (y otras, no se me vayan a sentir las poetas), o al menos el que dicen sus respectivas mamás que tienen.

Lo malo de los lectores es que no suelen verse, y parece que lo que se necesita es visibilidad. Por una módica cantidad (los escritores no suelen tener mucho dinero) me apersonaré en sus presentaciones y aplaudiré diez por ciento más que el resto de los asistentes, y si está en el presupuesto haré alguna bonita pregunta para que se luzcan con su sapiencia o los descubrimientos a que los lleva el insomnio. De tantos escritores ya nadie se lee entre ellos, y como un escritor no es nada sin que lo chuleen en las redes sociales pues también, por una corta, puedo decir que ya los leí, darles muchos likes y retuits y decir orgullosamente que son el nuevo Gonzalo Rojas o Italo Calvino.

Depende del sapo es la pedrada. Si hay presupuesto puedo hacer como que compro el libro, revista fanzine o cualquier otro impreso y pelearme por ser el primero en la fila para recibir la firma del autor, e irme a sentar con el ejemplar muy cerca del corazón. Si no hay presupuesto se los puedo regresar al final de la función, que diga, al final de la presentación, para que no haya mermas.

Ojalá el negocio crezca y pronto seamos pequeñas multitudes las que podamos estar en presentaciones y recibir en el aeropuerto o en la TTP (central camionera) a los distinguidos arribantes, así se hayan ido a pasear a algún municipio cercano. Más informes por correo.

miércoles, octubre 02, 2013

1968 - Marco Antonio Campos

Éramos como estrellas iracundas
Efraín Huerta
"Borrador para un testamento"

Hay fechas que vuelven
como iluminación o niebla repentina.
Tú no sabías entonces que esa fecha
sería como cuña de plata en pleno oro.
Como una canción que niega hasta las lágrimas,
como una emoción que niega hasta las lágrimas,
te vuelven -se graban- dos imágenes,
se vuelven sagradas dos imágenes:
cuando entras al atardecer por 5 de Mayo
frente a Bellas Artes y la sensación
de la multitud en plaza del Zócalo
picoteada por miles de puntas de alfileres en luz.
Eso que no sabían definir los diecinueve años
la entiendes ahora en dos palabras:
Libertad y Sueño.
Pero la historia son momentos, dices,
y aquel adolescente no sabía, ¿cómo lo iba
a saber?, que México, en vez de engrandecerse
se precipitaría en un pozo ciego:
guerrillas, crímenes, desempleo,
una sociedad en grito, la esperanza,
la furia en la calle, la amarga decepción
por los traidores y los claudicantes,
repentinas luces, sueños que se volvieron
como trigo emponzoñado, el río revuelto
donde todo era la pérdida.
La historia echó a andar por las calles,
y muchos creyeron, viéndola tan cerca,
que podía cortejársele. Pero la historia no se hace
con buenas intenciones ni con halagos falsos,
menos con las manos sucias o llenas de sangre.
Pero te quedan de entonces dos imágenes
como rítmica plata en doble olivo,
como alondra cortada por la luna.

martes, octubre 01, 2013

Madrigal - Amado Nervo

Por tus ojos verdes yo me perdería,
sirena de aquellas que Ulises, sagaz,
amaba y temía.
Por tus ojos verdes yo me perdería.

Por tus ojos verdes en lo que, fugaz,
brillar suele, a veces, la melancolía;
por tus ojos verdes tan llenos de paz,
misteriosos como la esperanza mía;
por tus ojos verdes, conjuro eficaz,
yo me salvaría.