miércoles, febrero 20, 2013

El gato - Charles Baudelaire



Ven, bello gato, a mi amoroso pecho;
     Retén las uñas de tu pata,
Y deja que me hunda en tus ojos hermosos
     Mezcla de ágata y metal.

Mientras mis dedos peinan suavemente
     Tu cabeza y tu lomo elástico,
Mientras mi mano de placer se embriaga
     Al palpar tu cuerpo eléctrico,

A mi señora creo ver. Su mirada
     Como la tuya, amable bestia,
Profunda y fría, hiere cual dardo,
 
Y, de los pies a la cabeza,
     Un sutil aire, un peligroso aroma,
Bogan en torno a su tostado cuerpo.

5 comentarios:

  1. Anónimo10:24 a.m.

    suficiente con el poema roque, nadie quiere verte dormir o simular que duermes con un gato.

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  2. Anónimo10:46 p.m.

    Oh! Pero las miradas de los gatos no me parecen de dardos fríos, al contrario, son dulces, enigmàticas, es mi opinión. El gato sí, es indiferente a veces, pero en ello consiste su encanto y en su retorno ronroneador, en el que nos recupera el tiempo que necesita para sí. Ojalà hubiera muchos gatos humanos que se van cuando lo necesitan y vuelven entregados. Como el sì, como el no.
    Saludos!
    Bianca Luce

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